Piñera cierra la puerta a una reforma constitucional

El nuevo gobierno de Sebastián Piñera anunció que no permitirá el avance en el Congreso del proyecto de nueva Constitución impulsado por la socialista Michelle Bachelet a días de dejar la presidencia de Chile.

"No queremos que avance el proyecto de una nueva Constitución que presentó la presidenta Bachelet", lanzó el ministro del Interior Andrés Chadwick durante su participación en un foro empresarial.

Cumpliendo un compromiso de campaña a seis días de dejar el poder, Bachelet anunció el envío al Congreso de su propuesta para reformar de la Constitución vigente, promulgada bajo la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

El gobierno del conservador Piñera pretende "hacer modificaciones y reformas a la Constitución, que pueden ser necesarias para perfeccionarla, pero dentro de un ambiente de acuerdos y de unidad y no de proyectos de última hora y con mucho de improvisación", agregó Chadwick.

En Chile el Poder Ejecutivo es el que tiene el poder sobre el avance o no de los proyectos en un Congreso dividido y en el que ningún partido tiene mayoría.

El contenido del documento entregado por Bachelet establece, entre otros puntos, la "inviolabilidad de los derechos humanos", la igualdad salarial entre hombres y mujeres, el derecho a la educación y la salud junto al reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas.

Las decisiones de última hora de Bachelet, como el proyecto de nueva Constitución y el fallido cierre de Punta Peuco -una cárcel especial ubicada en las afueras de Santiago en la cual cumplen condena represores de la dictadura y que sigue abierta pese a los embates por cerrarla-, han eclipsado la instalación del nuevo gobierno.