Las principales ciudades amanecieron desérticas por la huelga general impulsada por los sectores opositores. El 88% de los nicaragüenses apoya la salida del mandatario

El Deber logo
8 de septiembre de 2018, 4:00 AM
8 de septiembre de 2018, 4:00 AM

Nicaragua amaneció ayer paralizada casi en su totalidad, en protesta contra el presidente Daniel Ortega, a quien diversos sectores de la sociedad responsabilizan por la crisis sociopolítica que ha dejado centenares de muertos desde abril pasado y reclaman su salida del poder.

Calles, mercados, colegios privados, centros comerciales, terminales de autobuses y otros puntos céntricos en diferentes ciudades, lucieron inusualmente desolados la mañana de ayer, debido a que una aparente mayoría de nicaragüenses decidió sumarse a la protesta contra Ortega en toda Nicaragua.

En Managua, las calles mostraron un movimiento casi habitual en la medida que avanzaba la mañana, en especial en el centro de la ciudad, pese al cierre de negocios.

En cambio, en los departamentos (provincias) el movimiento fue menor, salvo en las primeras horas de la mañana, ya que pequeños comercios y algunas gasolineras abrieron sus puertas.

En las ciudades de Managua y Tipitapa pudo observarse el despliegue de policías, pero las autoridades no informaron la razón.

Aunque inicialmente solo una minoría de empresas habían anunciado que se sumarían al paro, la presión social en forma de boicot contra las que no lo hicieran hizo que estas emitieran comunicados informando su adhesión a la protesta, pocas horas antes del inicio de la huelga.

El paro nacional, que comenzó a la medianoche, tendrá una duración de 24 horas, según la convocatoria de la Alianza Cívica, contraparte del Gobierno en el diálogo que busca superar la crisis, con el Episcopado como mediador.

La Alianza Cívica está compuesta por empresarios, estudiantes, académicos, campesinos y sociedad civil, algunos de los cuales han sido arrestados por el Gobierno.

El objetivo del paro es presionar por la libertad de los “reos políticos”, calculados en al menos 135, pero que podrán ser entre 400 y 500 si se incluye a personas desaparecidas, según las organizaciones humanitarias locales.

Alto rechazo

El 81% de los nicaragüenses quiere que se adelanten las elecciones de 2021 para superar la crisis que ha dejado cientos de muertos en protestas contra Daniel Ortega desde abril pasado, según una encuesta divulgada por el Grupo Cívico Ética y Transparencia (EyT).

Nicaragua vive desde el 18 de abril una crisis social y política que ha dejado más de 400 muertos, según organismos de derechos humanos locales y extranjeros, mientras el Gobierno cifra en 198 los fallecidos.

La encuesta, aplicada a 1.200 personas el 1 de septiembre, mostró que el 81% “cree que el adelanto de las elecciones es lo más conveniente para salir de la crisis”, dijo el presidente de EyT, Roberto Courtney, a periodistas.

En una entrevista con Efe en Managua esta semana, el presidente Ortega negó que en el país haya presos políticos y afirmó que los encarcelados son personas que cometieron diversos delitos.