Aumentos salariales, más bonos para empleados públicos, bajas impositivas y subas en las jubilaciones son parte de las medidas para reconquistar a los sectores sociales molestos con sus políticas de ajuste

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15 de agosto de 2019, 4:00 AM
15 de agosto de 2019, 4:00 AM

Bajo el riesgo inminente de un default (quiebra) y en medio de una profunda crisis política y social, Mauricio Macri lanzó ayer un paquete de medidas para ayudar a la clase media para revertir su derrota electoral. Todo de cara a las elecciones presidenciales del 27 de octubre, donde el peronista Alberto Fernández tiene las de ganar y frente a las cuales el oficialismo quiere recuperar el terreno perdido.

En reacción a los resultados electorales, el lunes la moneda argentina se depreció casi un 20% y la bolsa de Buenos Aires cayó un 38% mientras se desplomaban acciones y bonos argentinos en Nueva York.

Después del anuncio de ayer, la moneda argentina siguió perdiendo valor y cerró la jornada en 62,18 pesos por dólar; una depreciación del 6,19% con respecto al martes.

En tanto, la Bolsa caía un 2,73%, una hora antes del cierre. El riesgo país superó los 1.900 puntos, lo que coloca a Argentina frente al riesgo de default.

Macri anunció que aumentará los salarios -se estima que serán unos 2.000 pesos más (aproximadamente 34 dólares a hoy)-, se darán bonos de 5.000 pesos a los empleados públicos (aprox. 86 dólares a hoy), crecerán las asignaciones sociales, habrá más becas estudiantiles, aumentarán las jubilaciones, rebajarán impuestos y se congelará el valor de la gasolina por 90 días.

Macri -que sufrió un duro revés en elecciones primarias del domingo frente a la fórmula peronista de centro-izquierda de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner- anunció una batería de medidas radicalmente diferentes a la política de austeridad y ajuste fiscal que había llevado adelante en los últimos años.

“Mi tarea es asegurar la gobernabilidad. El diálogo es el único camino. La incertidumbre ha generado mucho daño y nos obliga a ser responsables. Quiero transmitir tranquilidad en este proceso electoral que ha comenzado”, dijo el mandatario en un mensaje difundido antes de la apertura de los mercados, sacudidos por una corrida cambiaria desde el lunes.

Más tarde, el mandatario contó en las redes que mantuvo “una buena y larga conversación” con Alberto Fernández. “Él se comprometió a colaborar en todo lo posible para que este proceso electoral, y la incertidumbre política que genera, afecte lo menos posible a la economía de los argentinos”, tuiteó.

¿Medidas tardías?

Macri “toma tardíamente estas medidas sin tener en cuenta las consecuencias. Intenta mover el consumo y eso no está mal, pero se deben hacer en un marco de acuerdo de 180 días porque sino es riesgoso”, dijo su rival Fernández en declaraciones a El Destape Radio.

“Es como el padrenuestro que rezan los ateos antes de morir, no sirve”, agregó.

Las medidas se extenderán hasta fin de año y tendrán un costo fiscal de 40.000 millones de pesos (unos 665 millones de dólares). Macri, que termina su mandato el 10 de diciembre, lleva a cabo un programa de fuerte ajuste acordado con el Fondo Monetario Internacional a cambio de un crédito de 56.0000 millones de dólares.

El mandatario anunció un paquete de medidas “para aliviar el bolsillo de los argentinos”, ya afectados por una inflación del 22,4% entre enero y junio, que sufrirán un nuevo golpe por efecto de la depreciación de la moneda. En el anualizado, junio a junio, la inflación acumuló el 55,8%, una de las más altas del mundo.

“Lo que les pedí fue muy difícil, fue como trepar el (monte) Aconcagua. Están afectados y cansados. Llegar a fin de mes se transformó en una tarea imposible”, admitió el presidente sobre sus tres años y medio de gobierno.

Sectores productivos han llamado a que Macri y Fernández logren un consenso mínimo que calme a los mercados. Fernández señaló que no desea ser “partícipe” de las decisiones presidenciales”.

“Macri debe gobernar hasta el último día, cuenta con mi ayuda para que termine su mandato, que no debe estar puesto en duda. Ahora debe primar su rol como presidente y no como candidato”, dijo.

 

Señales

El analista Michael Shifter, del centro de estudios Diálogo Interamericano, opinó que “si Macri llega a la línea de meta para transferir los poderes depende en gran medida de que lo diga y haga en los dos próximos meses”.

“Su discurso del lunes (tras el revés) advirtiendo sobre el retorno de Cristina Fernández y sugiriendo que quienes votan contra él no entienden la realidad del país, no fue tranquilizador”, dijo a la AFP.

La intención del Gobierno es que las medidas abarquen a 17 millones de trabajadores y sus familias, así como a pequeñas y medianas empresas.

Bajo riesgo de default

A dos meses y medio de las elecciones, Argentina enfrenta el desafío de ahuyentar temores de un default y ganar la confianza de los mercados, inquietos por un posible viraje al populismo de izquierda con la fórmula presidencial Alberto Fernández-Cristina Fernández.

“Esto es solamente una muestra de lo que va a pasar” si gana el kirchnerismo, lanzó el presidente liberal Mauricio Macri, candidato a la reelección, luego de que el lunes la moneda perdió casi un 20% y la bolsa cayó un 38%. “La alternativa kirchnerista no tiene credibilidad en el mundo”, subrayó.

Alberto Fernández y CFK quedaron como claros favoritos para la elección del 27 de octubre tras lograr el 47% de los votos.

JAIR BOLSONARO: “BANDIDOS DE IZQUIERDA EMPEZARON A VOLVER AL PODER EN ARGENTINA”
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, afirmó ayer que “bandidos de izquierda empezaron a volver al poder” en Argentina, ofreciendo el flanco a nuevas críticas de injerencia diplomática tras la victoria del peronista Alberto Fernández en las elecciones primarias de ese país.

“Argentina se está hundiendo en el caos, Argentina comienza a seguir el rumbo de Venezuela, porque en las primarias bandidos de izquierda empezaron a volver al poder”, declaró el mandatario de ultraderecha en un acto en el nordeste del país.

Alberto Fernández, en fórmula con la expresidenta Cristina Fernández, se perfila como el gran favorito para la elección del 27 de octubre.

Bolsonaro lleva meses expresando su apoyo a Macri y a sus políticas de liberalización económica y su preocupación por un eventual regreso del kirchnerismo al poder. El lunes se enzarzó en una pelea con Fernández tras decir que, si gana el candidato peronista, Argentina se pondrá “en el camino de Venezuela” y habrá una oleada de refugiados similar a la que Brasil enfrenta en su frontera con el país caribeño.