Los prelados alemanes lo señalan por la malversación de fondos en España

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13 de julio de 2018, 4:00 AM
13 de julio de 2018, 4:00 AM

La Justicia alemana resolvió ayer extraditar a España al expresidente catalán Carles Puigdemont por un presunto delito de malversación de fondos, pero no por uno de rebelión, en un paso decisivo pero no definitivo en este caso.

El líder soberanista, por su parte, permanecerá en libertad bajo fianza en Alemania hasta que se ejecute la extradición -para la que no hay fechas ni plazos- y que podría quedar paralizada sí, como ha anunciado su defensa, se presenta un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional alemán.

La Audiencia Territorial de Schleswig-Holstein explicó, en un comunicado, que ha considerado “no admisible” la petición de extradición por rebelión solicitada por el juez Pablo Llarena, del Tribunal Supremo español, reiterando los argumentos que ya había expuesto previamente, en los que apuntaba que no se produjo el grado de violencia “suficiente".

“La cantidad de violencia que prevé el delito de alta traición (equivalente alemán al tipo español de rebelión) no se alcanzó en los enfrentamientos en España”, asegura la resolución.

La audiencia sí que admitió la petición de extradición por malversación de fondos públicos en relación con la organización del referéndum ilegal del 1 de octubre, indicando que, como señala el Supremo español, Puigdemont pudo haber tenido una “corresponsabilidad” en decisiones que supusieron una carga para las arcas públicas.