Un avión está listo para trasladarlo desde San Pablo hasta Curitiba, donde el juez Sergio Moro lo espera para proceder a la detención. Está condenado a 12 años de prisión por el caso de corrupción Lava Jato

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7 de abril de 2018, 4:00 AM
7 de abril de 2018, 4:00 AM

Fue una jornada dramática y cargada de tensión. Luiz Inácio Lula da Silva no se entregó a la justicia tras el vencimiento del plazo impuesto por el juez Sergio Moro por el caso Lava Jato y se prevé que lo haga hoy después de participar de una misa por el año de la muerte de su esposa, Marisa Leticia, y arropado por miles de militantes del Partido de los Trabajadores (PT). 

Un avión privado lo trasladará desde San Pablo hasta Curitiba, en el sur del país, donde lo esperará el magistrado Moro para que responda por el mayor caso de corrupción de la historia del país carioca.

El plazo para que Lula se entregue "voluntariamente" a la justicia expiró ayer sin que el ex mandatario brasileño, condenado a más de 12 años de cárcel por corrupción, diera la más mínima señal de cuáles son sus intenciones reales.

Poco antes, un juez de tercera instancia rechazó el pedido de la defensa de Lula da Silva para suspender la orden de prisión emitida por Sergio Moro, quien le dio 24 horas para ir "voluntariamente" a Curitiba, donde tiene una celda preparada.

 El exmandatario de izquierda (2003-2010) de 72 años, favorito de cara a las elecciones de octubre, se halla en el Sindicato de Metalúrgicos de Sao Bernardo do Campos, en la región de San Pablo.

Ni siquiera un reclamo ante las Naciones Unidas podrá evitar que la justicia lo encarcele por el sonado caso de corrupción donde se lo condenó por la compra ilegal de un lujoso departamento.

Junto a los trabajadores

El diputado Zé Geraldo, del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), de Lula, dijo a la AFP que Lula pasará nuevamente la noche en el sindicato en el que inició su ascenso político.

“Ya está definido: Lula no va a Curitiba. Vamos a pasar la noche aquí. Esa decisión ya fue tomada (...), después se negociará cómo sigue", señaló desde el interior del edificio.

En un país completamente polarizado, tanto sus seguidores como sus adversarios hicieron una cuenta regresiva antes de que se venciera el plazo, a las 17:00 locales (16:00 HB).  

Los primeros estallaron en gritos de “¡Resistencia!" y “¡Lula libre!", mientras que los segundos, congregados frente a la Policía Federal de Curitiba, clamaban “¡Forajido!".

Entre los ‘antilulistas', Roberto Silva, un profesor de 49 años, se paseaba disfrazado de médico con una nariz de payaso: “Estamos aquí para evitar que otro condenado se vea imposibilitado de purgar su pena y salga sin daños una vez más, tomándonos por payaso", afirmó, en referencia a algunos casos famosos de personas que después de arrastrar durante años sus procesos fueron liberados a causa de problemas de salud.

“Lula es un símbolo muy importante de la izquierda. Yo estoy totalmente en contra de esa visión del mundo", dijo Igor Merchert, un empresario autónomo de 27 años en la capital del estado de Paraná.

Pero frente a la sede sindical de Sao Bernardo, la determinación dominaba entre los militantes enardecidos que decidieron defender a su líder político tras acusar a la justicia de ejecutar una maniobra para inhabilitarlo para las elecciones presidenciales.

“Me quedaré aquí. No tengo miedo. Mi miedo es que Brasil vuelva para atrás con Lula preso. Yo no era nada y gracias a Lula monté una pequeña empresa. Se lo debo", dijo Sergio de Paula, que tiene un negocio de transportes.

“Estamos aquí para resistir hasta el fin. Lula no será encarcelado y volverá a ser presidente para ayudar al pueblo", afirmó Renata Swiecik, una cajera desempleada de 31 años y madre de cuatro hijos.

Lula fue condenado a doce años y un mes de cárcel por corrupción pasiva y lavado de dinero, como propietario de un apartamento ofrecido por una constructora para obtener contratos en Petrobras.

Lula “no es un prófugo"  

La asesoría de comunicación del magistrado explicó que Lula no puede ser considerado un fujitivo.

“Le fue dada la oportunidad para que se presente ante la justicia sin necesidad de que tenga que intervenir la Policía. Pero todo el mundo sabe dónde está, no está escondido ni prófugo", dijo la asesora a la AFP.

“Solo puede ser considerado con pedido de búsqueda o prófugo si la Policía lo busca y no consigue localizarlo", subrayó.

La situación de Lula es compleja penal y electoralmente. Si fuese detenido, podría hacer precampaña desde la cárcel hasta que la justicia electoral invalide en principio su candidatura en agosto, cuando estudie las postulaciones, dado que en Brasil los condenados en segunda instancia no tienen derecho a presentarse a comicios.

El Movimiento de Trabajadores rurales Sin Tierra (MST) inició una campaña de cortes de carreteras, para expresar su “indignación contra la inminente detención del compañero Lula".  

Al menos ocho de los 27 estados brasileños registraron piquetes viales, la mayoría en el noreste -baluarte electoral de Lula- pero también en Río de Janeiro y Río Grande do Sul.

Los mercados operaron en baja el viernes, sumando a las incertidumbres internas el impacto de los malos datos sobre la economía estadounidense. La Bolsa de San Pablo cedió 0,46%, con la incertidumbre internacional y local sobre los hombros.

Reacciones

Fiscal respalda la decisión
La fiscal general de Brasil, Raquel Dodge, alertó que “nadie esté por encima de la ley". "La Fiscalía seguirá firme en su deber de promover la justicia y aplicación de la ley para todos, para dar seguridad jurídica y nutrir confianza en las instituciones", aseguró Dodge.

Silencio de los conservadores
La inminente detención de Lula da Silva fue recibida con gran cautela por los dirigentes de partidos conservadores.

Silencio de Michel Temer
El presidente Michel Temer guardó silencio. El mandatario conservador se convirtió el año pasado en el primer presidente de la historia de Brasil en ser denunciado por delitos comunes. 

¿Cómo es la celda?

Baño privado y salidas diarias
La Policía Federal en Curitiba preparó una celda especial para recibir a Lula da Silva, que tendrá baño privado y derecho a dos horas diarias de aire libre. 

En comparación, un lujo
En comparación con las condiciones degradantes de los presidios a lo largo y ancho del país, la celda puede considerarse un lujo.

Para uso de policías
La habitación era utilizada para alojar a policías de otros distritos