Tres nuevas manifestaciones se registraron el fin de semana, pese a que el Gobierno las ha criminalizado. Influyente senador estadounidense advierte de guerra civil. La Iglesia analiza si continúa con su mediación

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23 de julio de 2018, 7:32 AM
23 de julio de 2018, 7:32 AM

Los nicaragüenses han demostrado ayer, una vez más, que no están dispuestos a rendirse, pese al aumento de la represión y las amenazas por parte del Gobierno, y tienen más claro que nunca que la lucha por una Nicaragua pacífica y libre debe continuar en la calle. Así lo demostraron con las tres marchas celebradas el fin de semana.

Luz Marina, una anciana a punto de cumplir los 80 años y que se desplaza en silla de ruedas, aseguró a Efe que los ciudadanos van a seguir peleando por lo que les corresponde, “a pesar del miedo, porque el miedo no se puede negar, está ahí, pero nuestras ganas de tener el país que nos merecemos también están ahí”.

“Que se vea menos gente en las marchas no quiere decir que nos vayamos a callar”, señaló durante la manifestación celebrada ayer en la capital nicaragüense.

Todos los manifestantes consultados, de igual modo que la anciana, coincidieron en que el pueblo sigue firme frente al Gobierno y la lucha no cesará hasta ver los resultados deseados: que Ortega deje de ser el presidente de Nicaragua y un país libre y justo.

Si bien la marcha de ayer fue menos numerosa que otras anteriores, los asistentes llenaron el hueco con consignas más agresivas, con sonido de bocinas de alto volumen y con cánticos que no cesaron ni un momento.

“Ortega genocida, queremos tu salida”. Los nicaragüenses han elevado el tono de sus frases preparadas y exigen con fuerza la salida del presidente del poder.

Desde que comenzaron las protestas contra la gestión de Ortega y su Ejecutivo, han perdido la vida a manos de las “fuerzas combinadas” gubernamentales, integradas por policías, parapolicías, paramilitares y antimotines, entre 277 y 351 personas, según datos brindados por diferentes organizaciones de derechos humanos.

Nicaragua está sumergida en la crisis sociopolítica más sangrienta desde la década de los 80, con Ortega también como presidente.

Las protestas contra Ortega comenzaron el 18 de abril pasado, por unas fallidas reformas de la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia del mandatario, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción. 

Guerra civil
El influyente senador estadounidense, Marco Rubio, advirtió ayer que el riesgo de “una guerra civil es real en Nicaragua” y cargó contra el Gobierno del presidente Daniel Ortega por “haberse manchado las manos de sangre” con la represión violenta de las protestas, que han dejado cerca de 351 muertos.

“La posibilidad de una guerra civil en Nicaragua es real”, indicó Rubio, miembro del Comité de Asuntos Exteriores del Senado, en una entrevista con el programa State of the Union de la cadena CNN.
Por otro lado, la Iglesia católica dijo que hoy va a analizar su papel mediador en el diálogo.