La segunda cumbre entre los presidentes de Corea del Norte y Estados Unidos debe saldarse con medidas más concretas sobre el desmantelamiento del arsenal nuclear, coinciden analistas

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26 de febrero de 2019, 8:14 AM
26 de febrero de 2019, 8:14 AM

El líder norcoreano, Kim Jong Un, llegó este martes a Hanói, bajo fuertes medidas de seguridad, donde una multitud entusiasmada lo recibió antes de su segunda cumbre con Donald Trump, de la que se esperan avances respecto la vaga declaración firmada en el encuentro anterior.

Tras el histórico encuentro de junio en Singapur con el presidente estadounidense, que solo concluyó con un comunicado sobre la desnuclearización, los analistas consideran que esta segunda cita debe saldarse con medidas más concretas sobre el desmantelamiento del arsenal de Pyongyang.

La normalmente tranquila estación de tren vietnamita de Dong Dang, fronteriza con China, se puso de gala para la llegada de Kim tras un periplo de 4.000 kilómetros a bordo de su tren blindado color verde oliva desde Pyongyang. Se trata del primer viaje de un dirigente norcoreano a Vietnam desde el de su abuelo, Kim Il Song, en 1964.

Una guardia militar de honor, con impolutos uniformes blancos, recibió a Kim al avanzar por una alfombra roja rodeado de asistentes y personal de seguridad.

Vestido con su tradicional traje tipo Mao, Kim saludó sonriente, antes de subir a un Mercedes Benz y partir en convoy en dirección a Hanói.

Por su parte, el presidente estadounidense, quien optó por una vía más convencional al viajar a Hanói con su Air Force One, aterrizará en la capital vietnamita la tarde del martes.

Donald Trump quiso mostrarse optimista respecto a esta cita, asegurando el lunes en Twitter que espera con impaciencia "una cumbre muy productiva".

Sobre el encuentro se conocen muy pocos detalles. Los dos dirigentes cenarán juntos la noche del miércoles, acompañados por algunos de sus consejeros, indicó a la prensa a bordo del Air Force One la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders.

Definir la "desnuclearización"

Kim y Trump mantuvieron el año pasado una reunión en Singapur que terminó con un vago comunicado sobre esfuerzos de Pyongyang para avanzar hacia un desarme nuclear, pero sin plazos ni metas claramente establecidas.

La falta de avances desde entonces ha generado escepticismo entre muchos observadores.

Stephen Biegun, emisario de Estados Unidos para el Norte, reconoció recientemente que Washington y Pyongyang no se habían "puesto de acuerdo sobre el significado" de la desnuclearización.

Estados Unidos ha reclamado en varias ocasiones un desarme nuclear completo, verificable e irreversible de Corea del Norte.

Pero para Pyongyang, esa desmonte de su programa nuclear debe venir acompañado del levantamiento de las sanciones internacionales en su contra.

Durante una ceremonia celebrada el domingo en la Casa Blanca, Trump pareció querer reducir las expectativas de un acuerdo global.