Fernando Haddad trepó al segundo lugar gracias al apoyo de Lula da Silva. Pero Ciro Gomes alerta que Haddad no tiene peso para gobernar Brasil ni enfrentar a Jair Bolsonaro, el ultraderechista que va adelante

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22 de septiembre de 2018, 4:00 AM
22 de septiembre de 2018, 4:00 AM

Fernando Haddad y Ciro Gomes se disputan el electorado de izquierda y un lugar en la segunda vuelta de las presidenciales del 7 de octubre en Brasil, en un duelo partidario palmo a palmo.

Haddad, designado por el encarcelado expresidente Luiz Inácio Lula da Silva como candidato del Partido de los Trabajadores (PT), tiene 16% de intenciones de voto, seguido por Gomes, del Partido Democrata Trabalhista (PDT), con 13%, según Datafolha.

El ultraderechista Jair Bolsonaro, con 28%, parece tener ya su presencia asegurada en la segunda vuelta, el 28 de octubre. Haddad, de 55 años, y Gomes, de 60, intercambian zarpazos sin sacar demasiado las garras, sabiendo que pueden precisar los votos del otro.

Haddad, que subió meteóricamente tras ser ungido por Lula, se dijo convencido de que Gomes lo apoyaría. “Lo haría con mucha honra. Pero (Haddad) está precipitándose, demostrando inexperiencia y arrogancia”, le contestó Gomes.

Cara a cara

El caudillo de Ceará cuestionó además la “debilidad” política de Haddad, cuya legitimidad emana del expresidente (2003-2010), que purga en Curitiba 12 años de cárcel por corrupción.

“Brasil ya no soporta un presidente débil, que tenga que consultar con su mentor cada vez que haya una crisis”, sostuvo Gomes, en referencia a la gestión de Dilma Rousseff.

La respuesta de Haddad no se hizo esperar y apuntó al carácter explosivo de Gomes. “Ciro es mi amigo, pertenecemos al mismo campo, pero a veces tenemos concepciones diferentes. Para mí, la fuerza de un presidente se da en la firmeza y el autocontrol”, declaró.

El PDT y el PT fueron fundados en 1980, hacia el fin de la dictadura militar (1964-1985).

Actualmente, el PT y el PDT “se posicionan como partidos socialdemócratas, de centroizquierda”, pero con matices diferentes, señala Alessandro Batistella, profesor de Historia en la reconocida Universidad de Passo Fundo (Rio Grande do Sul).

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