Un mar de cenizas sepultó pueblos enteros. Hay miles de evacuados en una de las erupciones más devastadoras de    las últimas décadas. Guatemala es parte del Cinturón de Fuego del Pacífico y clama por la ayuda internacional 

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5 de junio de 2018, 7:00 AM
5 de junio de 2018, 7:00 AM

Guatemala se hunde en las cenizas y el dolor provocado por la erupción del Volcán de Fuego, que causó –al menos- 65 muertos, cientos de desaparecidos y miles de evacuados.

Los socorristas continuaban ayer la búsqueda de desaparecidos tras la potente erupción del Volcán de Fuego en Guatemala.

Los rescatistas se movilizan entre la desolación por las casas destruidas y plantaciones completamente calcinadas por la furia del volcán, de 3.763 metros de altura, situado a 35 km al suroeste de la capital. Los campos han quedado completamente destrozados por las cenizas. Los testimonios de las víctimas son estremecedores.

“Las acciones de búsqueda, localización y rescate de personas se iniciaron, se conformaron seis grupos desde el sector de (la comunidad) El Rodeo”, en el departamento sureño de Escuintla, explicó el vocero de la Coordinadora para la Reducción de Desastres (Conred), David de León.

Un nuevo balance dado a conocer cerca del mediodía del lunes por Conred indica que la fuerte erupción causó 65 muertos, 46 heridos, más de 1,7 millones de afectados, un número no precisado de desaparecidos y 1.687 albergados en los departamentos de Escuintla y Sacatepéquez, que, junto al de Chimaltenango, son los tres más afectados por la erupción del coloso el domingo.

Ese día, el volcán registró una devastadora erupción al expulsar columnas de ceniza y rocas, que también provocó el cierre temporal de las operaciones en el único aeropuerto internacional de Ciudad de Guatemala.

El presidente Jimmy Morales decretó tres días de duelo y estado de calamidad en los departamentos de Escuintla, Sacatepéquez y Chimaltenango, y anunció que visitará la zona devastada y albergues en las próximas horas.
El secretario general de la ONU, el portugués Antonio Guterres, por medio de su vocero extendió sus condolencias a las familias afectadas y señaló que el organismo está dispuesto a apoyar las tareas de rescate y auxilio.

Desolación total

En el corazón de la tragedia, las escenas son catastróficas. Un periodista de la AFP observó al menos tres cuerpos calcinados entre los escombros del caserío San Miguel Los Lotes, vecino de la golpeada aldea El Rodeo, donde socorristas, soldados y policías buscaban sobrevivientes.

Gallinas, patos y perros muertos también yacían entre el lodo y la ceniza, mucha aún humeante, mientras que otros animales domésticos estaban abandonados a su suerte. En imágenes difundidas en la televisión y en redes sociales, se ven enormes columnas de ceniza y en el suelo algunos cadáveres semicubiertos del material expulsado por el volcán, y viviendas y vehículos destruidos.   

El secretario de la Conred, Sergio Cabañas, indicó que los fallecidos quedaron atrapados en el material caliente que descendió del volcán.
La erupción concluyó después de 16 horas y media de actividad, pero “existe la probabilidad de una reactivación”, advirtió el Instituto de Vulcanología, recomendando mantener la precaución en las zonas afectadas.

Temen hallar más muertos 

Cabañas no descartó que el número de fallecidos aumente porque hay “personas desaparecidas, pero ignoramos cuántas personas son porque se está haciendo el recuento con las comunidades”.
Muchos sobrevivientes salieron de las zonas afectadas por la erupción con el cuerpo cubierto de ceniza, mientras otros que resultaron heridos eran atendidos por socorristas.

El llamado Grupo de Donantes, integrado por Alemania, Canadá, España, Estados Unidos, Reino Unido, Italia, Suecia, Suiza, Francia, la Unión Europea así como el Banco Interamericano de Desarrollo, Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, Organización de Estados Americanos y el sistema de la ONU en Guatemala, expresó su solidaridad y respaldo para superar la tragedia.

México, El Salvador y Honduras también ofrecieron asistencia. En El Salvador, el Gobierno y organizaciones civiles comenzaron a recoger alimentos, agua y ropa para los afectados en Guatemala, dijo Alejandra Barrientos, portavoz del gubernamental Centro Internacional de Ferias y Convenciones (Cifco).

El Volcán de Fuego, situado entre Escuintla, Sacatepéquez y Chimaltenango, había generado su primera erupción de 2018 en enero pasado.  Este volcán provocó en septiembre de 2012 la última emergencia por erupción en el país, causando la evacuación de unos 10.000 habitantes asentados en poblados al sur del coloso. En Guatemala también están activos los volcanes Santiaguito (oeste) y Pacaya (20 km al sur de la capital).

Testimonios de la tragedia

Juan Domínguez
Rescatista 

“Vámonos. Viene la avalancha”, eran los gritos de varios habitantes cuando la furia de la lava arrasaba con todo a su paso. Juan Domínguez es uno de los rescatistas que ayer buscaba a más sobrevivientes. Con sus propias manos y a veces apoyados con palas, Domínguez y otros rescatistas escarban en las toneladas de ceniza y arena que arrojó el volcán.

Gustavo Laríos
Ciudad de Escuintla 

“El volcán ha hecho erupción, pero nunca de esta manera”, comenta el albañil de 27 años, que, junto a varios vecinos y con pañuelo en el rostro, recorre las calles del caserío en busca de familiares y amigos desaparecidos. El trabajador contó que la explosión fue sorpresiva, por lo que no dio tiempo a los pobladores para escapar.

Eufemia García
San Miguel de Los Lotes

Eufemia rompe en llanto al enumerar a una decena de miembros de su familia, entre ellos sus tres hijos, que quedaron atrapados al momento que el deslave tomó por sorpresa el caserío. “Yo quería regresar por ellos, yo quería regresar, no es posible toda esta desgracia”, repite la afligida mujer de 48 años frente a una ambulancia.