Once países firmaron la Declaración de Montevideo. Enviarán una misión especial a Venezuela para intentar abrir una instancia de diálogo. Exigen dar vía libre a la ayuda humanitaria internacional. Piden restablecer la democracia y el Estado de derecho

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8 de febrero de 2019, 4:00 AM
8 de febrero de 2019, 4:00 AM

Con el voto disidente de Bolivia y México, el Grupo de Contacto Internacional (GCI) acordó enviar una comisión especial para abrir el diálogo entre las partes con el fin de “convocar, en un plazo razonable, elecciones presidenciales” como único medio para resolver la crisis política en Venezuela.

El proceso electoral se llevará a cabo con instituciones independientes y creíbles -incluyendo la Asamblea Nacional- que permitan recuperar la democracia y el Estado de Derecho, estableció el GCI. Además, exige la llegada de ayuda humanitaria para los venezolanos en situación de crisis.

El documento incluye un “diálogo inmediato” entre las partes, el inicio de una “negociación” para establecer los términos de la convocatoria a elecciones libres y transparentes con fiscalización internacional, la firma de “compromisos” concretos con plazos precisos y la “implementación” de dichos compromisos con acompañamiento internacional.

El acuerdo lleva la firma de los representantes de Uruguay (anfitrión de la reunión internacional), Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Suecia, España, Portugal, Holanda y los latinoamericanos Ecuador y Costa Rica.

Al término de su primera reunión, el grupo de países europeos y latinoamericanos se comprometió en una declaración final a facilitar el envío de ayuda humanitaria a Venezuela. Anunció además que enviará una “misión técnica” a ese país y que volverá a reunirse a principios de marzo para examinar los avances alcanzados.

Bolivia y México no firmaron la declaración final de Montevideo y solo se sumaron al denominado Mecanismo de Montevideo que no incluía el envío de una comisión especial ni del respaldo a la ayuda humanitaria.

Excluye el uso de la fuerza

El documento del GCI hace alusión a la “severidad de la crisis actual en Venezuela y de su impacto en la región” y de la “difícil situación de su pueblo”.

El grupo, creado a finales de enero pasado, dijo que “apunta a forjar un abordaje internacional común para apoyar una resolución pacífica, política, democrática y propiamente venezolana, excluyendo el uso de la fuerza, a través de elecciones presidenciales libres, transparentes y creíbles, de acuerdo a la Constitución venezolana”.

Sostuvo que “para que Venezuela pueda superar la crisis es crucial restaurar la plena democracia, el estado de derecho, la separación de poderes y el respeto por el mandato constitucional de las instituciones del país, más particularmente de la Asamblea Nacional (Parlamento)”.

El grupo destacó que “las libertades fundamentales y los derechos humanos de todos los venezolanos deben ser respetados” y deploró los muertos y heridos causados por el excesivo uso de la fuerza”.

“En su primera reunión el grupo analizó la situación de Venezuela y discutió sobre cómo el grupo podría ayudar para encontrar un camino pacífico que pueda conducir a la celebración de nuevas elecciones presidenciales con todas las garantías necesarias”, indica la declaración.

Asimismo, reconoció “la crisis humanitaria que se continúa profundizando día a día, afectando a millones de venezolanos”.

En este sentido, expresó su compromiso de desplegar más asistencia en áreas de necesidad y coordinar su entrega en conjunto con la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados.

La tensión se incrementó en Venezuela desde que el pasado 23 de enero el jefe del Parlamento venezolano, Juan Guaidó, se proclamara presidente interino de su país al considerar gobernante ilegítimo a Nicolás Maduro tras ser reelegido en unos comicios presidenciales que la oposición tacha de “fraudulentos”.

Más sanciones

Estados Unidos comenzó a revocar la emisión de visados a miembros de la Asamblea Constituyente de Venezuela, elegida con poderes legislativos a instancias del mandatario Nicolás Maduro y desconocida por la oposición y parte de la comunidad internacional, informó el Departamento de Estado.

“Estados Unidos está revocando visas a los miembros de la Asamblea Constituyente ilegítima”, señaló Elliot Abrams, enviado para Venezuela del secretario de Estado, Mike Pompeo. Ese cuerpo legislativo está presidido por el poderoso dirigente chavista Diosdado Cabello.

Por otra parte, el jefe del Comando Sur de EEUU, el almirante Craig Faller, subrayó que Venezuela cuenta con 2.000 generales, “más que toda la OTAN combinada”, y son quienes constituyen “el centro de gravedad” del Gobierno de Nicolás Maduro.

“Venezuela tiene 2.000 generales, más que toda la OTAN combinada”, afirmó Faller en una comparecencia ante el comité de Servicios Armados del Senado.

“Y la mayoría”, subrayó el almirante, “están a sueldo de Maduro” por lo que suponen “su centro de gravedad”.

Sobre las posibilidades de que empeore la situación que vive el país suramericano, Faller insistió en que las Fuerzas Armadas estadounidenses “están preparadas para proteger al personal e instalaciones diplomáticas en Venezuela”.

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