El esposo de la Reina Isabel II salió ileso del incidente

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18 de enero de 2019, 10:11 AM
18 de enero de 2019, 10:11 AM

Felipe de Edimburgo (97 años) resultó “milagrosamente” ileso tras sufrir un aparatoso accidente de tráfico al mediodía de ayer, cuando circulaba en las inmediaciones de la casa de campo propiedad de la Reina Isabel II, situada en Sandringham, en el condado de Norfolk. Pocas horas después, el Palacio de Buckingham emitió un comunicado en el que confirmaba que el marido de la Reina se encontraba bien, tras lo que se ha calificado como un “incidente”.

 

Según datos facilitados por los medios británicos, el propio Príncipe Felipe era quien estaba a los mandos del Land Rover en el momento del siniestro.

Junto a él, en el asiento del copiloto, viajaba otra persona cuya identidad no ha sido revelada, aunque todo parece indicar que se trata de uno de sus guardaespaldas.

 

El accidente, en el que estuvo involucrado otro vehículo, se produjo cuando el todoterreno del Duque estaba incorporándose a una carretera tras salir de un cruce.

 

Según recogen imágenes de la BBC, el coche volcó, aunque no completamente, por lo que el marido de la Reina pudo salir con cierta facilidad tras ser ayudado por varios testigos presenciales. Estos aseguraron que en todo momento se mantuvo “consciente, aunque conmocionado y temblando”.

 

Los dos pasajeros que viajaban en el otro coche sufrieron algunas lesiones leves y fueron tratados en el mismo lugar por los servicios de emergencia, según informó la Policía de Norfolk. Sin embargo, el Duque de Edimburgo fue trasladado a Sandringham House, donde se sometió a un chequeo médico que certificó que se encuentra en perfectas condiciones.

 

Sandringham House es la residencia campestre en la que la Familia Real británica pasa sus vacaciones de Navidad; de hecho, tanto la monarca como el Príncipe Felipe permanecían allí desde el pasado mes de diciembre, cuando a las celebraciones navideñas se sumaron Carlos de Inglaterra y los Príncipes Guillermo y Harry, acompañados de sus respectivas esposas, Catalina de Cambridge y Meghan Markle.

 

Tras su retiro

 

Desde que se retirara de la vida pública en agosto de 2017, a Felipe de Edimburgo se le ha visto en público en escasas ocasiones.

 

Las dos últimas, en las respectivas bodas de sus nietos, el Príncipe Harry y Eugenia de York, celebradas en Windsor. De hecho, este año no asistió al tradicional servicio religioso del día de Navidad en la iglesia de Santa María Magdalena de Sandringham.

 

Al parecer, desde que pasó a un segundo plano permanece más tiempo en las residencias que la Familia Real tiene a lo largo del país que en el propio palacio de Buckingham. Y, pese a ello, se le ha podido ver en diversas ocasiones conduciendo él mismo automóviles y coches de caballos, así como disfrutando de una de sus pasiones: la caza. En abril del pasado año se sometió a una exitosa operación de cadera.

 

El retiro de Felipe de Edimburgo supuso la cancelación de su apretada agenda oficial. Desde 1952, y según datos facilitados por el Palacio de Buckingham, asistió a 22.219 actos en solitario.