La exautoridad del estado de Paraná ya había estado en prisión en septiembre del pasado año por un caso relacionado al escándalo Odebrecht. Ahora es acusado de  recibir al menos $us 720.000 en coimas

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25 de enero de 2019, 20:28 PM
25 de enero de 2019, 20:28 PM

La Policía Federal detuvo este viernes, nuevamente, al exgobernador del estado brasileño de Paraná Carlos Alberto Richa acusado de corrupción por irregularidades en las concesiones de licitaciones para la construcción de carreteras en la región, informaron fuentes oficiales.

El exmandatario ya había sido preso en septiembre pasado acusado de recibir sobornos por parte de la constructora brasileña Odebrecht, pero fue liberado cuatro días después por el magistrado de la Corte Gilmar Méndes que le concedió un "habeas corpus".

La orden de prisión del exmandatario regional fue decretada por el juez Paulo Sérgio Ribeiro, de la vigésima tercera sala de la Justicia Federal de Curitiba, a petición de la Fiscalía General y como parte de un desdoblamiento de la Lava Jato, la operación que desmanteló el mayor caso de corrupción en la historia de Brasil.

De acuerdo con las investigaciones, Richa fue beneficiario de al menos 2,7 millones de reales (unos 720.000 dólares) en propinas pagadas en especie por concesionarias y otras empresas que mantenían intereses en el Gobierno, según una nota divulgada por la Fiscalía.

Según el ente acusador, existen evidencias de que parte del dinero fue lavado mediante depósitos hechos directamente a favor de la empresa Ocaporã Administradora de Bienes, que, aunque estaba formalmente a nombre de Fernanda Richa, esposa del exgobernador, y de sus hijos, en realidad era controlada por el político.

Otra parte de los recursos fueron lavados por el exmandatario con la ayuda de Dirceu Pupo Ferreira, a través de la adquisición de inmuebles. Pupo Ferreira, contador de la esposa de Richa, también tiene orden de captura y es buscado por las autoridades.

Fernanda Richa fue puesta tras las rejas en septiembre pasado con el exmandatario y liberada cuatro días después con su marido, acusada de participar en las corruptelas junto con el exjefe del gabinete regional, Deonilson Rodo, que también fue preso en esa ocasión.