El juez federal Claudio Bonadio aprobó el acuerdo en el que el acusado se compromete a aportar más información respecto a la supuesta trama de corrupción

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4 de agosto de 2018, 11:38 AM
4 de agosto de 2018, 11:38 AM

El chófer que apuntó en cuadernos los detalles del presunto reparto de sobornos a exmiembros de los Gobiernos kirchneristas (2003-2015), Oscar Centeno, salió este viernes en libertad como testigo protegido después de declarar como arrepentido ante la justicia argentina.

El juez federal Claudio Bonadio aprobó el acuerdo alcanzado entre Centeno y el fiscal a cargo del caso, Carlos Stornelli, en el que el acusado se compromete a aportar más información respecto a la supuesta trama de corrupción, informó el diario "La Nación".

Por el trato, el chófer saldrá en libertad de inmediato y se le otorgará una reducción de pena en caso de ser condenado en un juicio oral y público.

Bonadio decidió homologar el acuerdo después de que Centeno, quien será reubicado y recibirá una nueva identidad, ampliara su declaración este mismo viernes frente a él, debido a contradicciones de su versión en lo relativo al paradero de los cuadernos originales, que la policía no ha encontrado todavía.

La figura de "arrepentido" a la que Centeno se acogió comenzó a utilizarse en casos de corrupción en Argentina en 2016, a partir de una ley que ampliaba el uso de ese sujeto.

La expareja de Centeno, Hilda Horovitz, dijo ayer en una entrevista a la revista Noticias que él guardaba los cuadernos para extorsionar a su jefe, el exfuncionario público Roberto Baratta, por si le despedía.

Más de una docena de personas, entre empresarios y miembros de los ejecutivos kirchneristas, han sido hasta el momento detenidas dentro de este causa, impulsada por la Justicia tras una investigación realizada por periodistas de "La Nación" a cuyas manos llegaron unas libretas presuntamente escritas por Centeno.

En esos cuadernos, el chófer apuntó con detalle durante más de una década los recorridos que hacía con Baratta y otros exmiembros del Gobierno para recaudar millones de dólares, presuntamente destinados a funcionarios con el fin de favorecer la concesión de contratos de obras.

Entre las muchas anotaciones de Centeno aparecen viajes con dinero que presuntamente hizo hasta la residencia presidencial o a la vivienda particular de la familia Kirchner en Buenos Aires.

Por este motivo, Bonadio, que investiga una eventual "asociación ilícita", citó a declarar, entre otros, a la expresidenta argentina Cristina Fernández el 13 de agosto, aunque por el momento no puede ser detenida por ser senadora y contar con inmunidad parlamentaria.