El padre y el hermano del presidente argentino son investigados por presunto pago de sobornos para obtener la concesión vial de dos autopistas de Buenos Aires. Gianfranco Macri niega los cargos. Se vienen más citaciones por el caso Cuadernos

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14 de diciembre de 2018, 4:00 AM
14 de diciembre de 2018, 4:00 AM

Gianfranco Macri, el hermano del presidente argentino, Mauricio Macri, pidió ayer en un escrito ante la Justicia ser sobreseído y negó las acusaciones en su contra en una presunta red de sobornos entre empresarios y altos cargos de los Gobiernos kirchneristas (2003-2015).

Gianfranco Macri, empresario, aseguró en el escrito que no estuvo a cargo de la concesión de “Autopistas del Sol”, por la que se le investiga, según la agencia estatal de noticias Télam, que citó a fuentes judiciales.

El hermano del mandatario afirmó además que era “ajeno” a la conducción de la empresa en la que está investigado.

El juez que instruye la causa, Claudio Bonadio, también había llamado a declarar por los mismos motivos al padre de Mauricio Macri, Franco Macri, de 88 años, pero sus abogados pidieron suspender la comparecencia por motivos de salud.

El hermano del presidente llegó cerca de las 7:30 a los juzgados, aunque estaba previsto que acudiera horas después, y se retiró pasadas las nueve de la mañana.

“Nunca en mi vida pagué una coima (soborno)”, dijo Macri en declaraciones a Radio Mitre, a su salida de los juzgados, mientras que cuando le preguntaron por su padre, indicó que era mejor preguntarle “a él”.

Ambos están investigados por el presunto pago de sobornos en la concesión vial del Acceso Norte y Autopistas del Sol, dos de las principales carreteras por peaje de acceso a Buenos Aires.

Más citaciones

Además de los Macri, el lunes Bonadio anunció una veintena de nuevas citaciones en torno a la causa por sobornos, que se abrió a comienzos de agosto, entre ellas de nuevo al exministro de Planificación Julio De Vido, quien tenía bajo su órbita las obras públicas y las concesiones de servicios y que se encuentra detenido desde finales de 2017.

El juez también citó a prestar declaración indagatoria a directivos de Autopista del Oeste, otra de las vías por peaje de acceso a la capital, quienes deberán presentarse ante el magistrado el próximo viernes.

Bonadio dirige la conocida como “causa de los cuadernos”, que afecta a varios exfuncionarios y a algunos de los más importantes empresarios del país acusados de haber pagado millonarios sobornos a antiguos altos cargos para lograr contratos de obra pública durante los Ejecutivos kirchneristas.

Entre los imputados en el caso, que se abrió a principios de agosto, ya se encuentra Ángelo Calcaterra, primo de Macri y dueño hasta 2017 de la constructora Iecsa, una de las más beneficiadas con licitaciones durante los mandatos de Kirchner (2003-2007) y Fernández (2007-2015).

Carmona, libre

Por otra parte, la Justicia de Argentina dejó en libertad a José María Núñez Carmona, un día después de liberar a su socio, el exvicepresidente del país Amado Boudou (2011-2015), hasta que quede firme la condena a cinco años y diez meses de prisión por cohecho pasivo y otros delitos recibida por ambos en agosto.

También se decidió la excarcelación de Nicolás Ciccone, exdueño de la imprenta de dinero Ciccone, empresa cuya venta es objeto de la investigación.

Las condenas contra todos ellos no son firmes al haber sido recurridas por las defensas.

El Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°4, con los votos de las magistradas Adriana Palliotti y María Gabriela López Iñiguez, hizo lugar a los pedidos de excarcelación formulados por las defensas de Núñez Carmona y Ciccone, con la condición del pago de una fianza de un millón de pesos cada uno (26.400 dólares).

La causa ‘Ciccone’ apunta a que Boudou, junto con Núñez Carmona, adquirió la empresa quebrada Ciccone Calcográfica -de Nicolás Ciccone- cuando el primero era ministro de Economía (2009-2011), con el objetivo de imprimir billetes y documentación oficial. En 2010, un juzgado declaró la quiebra de la imprenta por deudas en concepto de impuestos, pero la Justicia levantó la quiebra a solicitud de la propia empresa tras haber negociado un plan de pagos con el Fisco, y quedó en manos de la sociedad The Old Fund, de Alejandro Vandenbroele, supuesto testaferro de Boudou.

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