Los atacantes colocaron artefactos explosivos en una mezquita en el Sinaí cuando cientos de fieles celebraban el viernes de oración, sagrado para el islam 

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25 de noviembre de 2017, 4:00 AM
25 de noviembre de 2017, 4:00 AM

Egipto sufrió ayer el peor atentado terrorista en su historia reciente y sucedió contra una mezquita frecuentada por sufíes en el norte de la península del Sinaí, que ha causado la muerte, al menos 270 personas y un centenar de heridos.

El atentado ocurrió cuando los atacantes colocaron artefactos explosivos de fabricación casera alrededor de la mezquita Al Rauda, situada en Bear al Abd, al oeste de Al Arish -capital del norte del Sinaí- y los hicieron detonar a la salida de los fieles del rezo del viernes, día sagrado para los musulmanes, según explicaron fuentes de seguridad egipcias a EFE.

Tras las explosiones los terroristas comenzaron a disparar a las personas que intentaban escapar de la mezquita, aseveró la fuente, quien apuntó que las primeras ambulancias que llegaron a la zona también fueron atacadas.

En el ataque “aproximadamente hay 270 muertos y 90 heridos”, dijo el alcalde de la localidad, Nasrala Mohamed, en declaraciones a la televisión estatal egipcia, mientras que la Fiscalía General y medios oficiales cifran en 235 las víctimas fatales y en 109 los heridos en el atentado, el más mortífero de la historia reciente de Egipto.

Según imágenes y videos difundidos en las redes sociales, se muestra una hilera de cuerpos alineados y ensangrentados en el interior de la mezquita.

La página de Facebook de la Unión de las Tribus del Sinaí (UTS) publicó fotos del funeral, de las víctimas del ataque, y cifró, hasta el momento, en 300 los “mártires” del atentado, que todavía no ha sido reivindicado por ningún grupo extremista.

Según la fuente, entre los fallecidos hay al menos 25 niños, así como seis miembros de una misma familia, y por otro lado, tres hermanos.
Esta agrupación indicó a varios medios que los terroristas “han elegido este momento (para el ataque) por los preparativos del cumpleaños del profeta Mahoma, que será el próximo 30 de noviembre, y eligieron este lugar porque es un centro de educación en contra de la ideología extremista”.

La UTS adujo que los terroristas cerraron “las puertas de la mezquita y mataron a todos los que rezaban”, y aseveró además que tras la llegada de las ambulancias a la zona, “un grupo escondido de terroristas dispararon y huyeron”.

Los heridos han sido trasladados a diferentes hospitales en Al Arish, y otros a El Cairo, según dijo una fuente de seguridad.

La Presidencia egipcia ha declarado tres días de luto nacional por las víctimas y decenas de líderes mundiales han condenado este acto, como afirmó en un comunicado el presidente estadounidense, Donald Trump, que lo ha tildado de “cobarde”. El papa Francisco también expresó su condena por un “acto de brutalidad sin sentido contra civiles”.

Pocas horas después del atentado, el presidente egipcio, Abdelfatah Al Sisi, prometió en una alocución a la televisión estatal que las Fuerzas Armadas y la Policía “se van a vengar por nuestros hijos para recuperar la estabilidad, y vamos a responder a este acto con una fuerza brutal”.

Una fuente de seguridad indicó que ya han comenzando las operaciones militares contra posiciones terroristas, pero no hay información por el momento sobre los lugares específicos donde se están llevando.

Por otro lado, Mohamed Gomaa, analista del Centro de Estudios Políticos y Estratégicos Al Ahram, dijo que “el discurso de Al Sisi está pensando para los egipcios y no para el exterior, con el fin de levantar la moral”, y para hacer ver a los egipcios que “las fuerzas de seguridad tienen la situación controlada”.

De acuerdo con la televisión oficial egipcia, Al Sisi ha ordenado el pago de 200.000 libras egipcias ($us 11.300) a las familias de las víctimas mortales, mientras que 50.000 libras ($us 2.826) irán para las familias de los heridos.