Para el Gobierno de Trump la escalada de violencia en Gaza no tiene ninguna relación con el traslado de su embajada a Jerusalén. Responsabiliza a Hamás por las muertes de los palestinos a manos de saldados de Israrel

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15 de mayo de 2018, 7:28 AM
15 de mayo de 2018, 7:28 AM

Estados Unidos defendió hoy en la ONU que la violencia de este lunes en la frontera de Gaza no tiene ninguna conexión con el traslado de su embajada a Jerusalén y defendió la respuesta dada por Israel a las protestas.

 "Aquellos que sugieren que la violencia en Gaza tiene algo que ver con el emplazamiento de la embajada de EE.UU. están sumamente equivocados", dijo la representante estadounidense ante Naciones Unidas, Nikki Haley, al Consejo de Seguridad.

 Haley culpó de todo lo ocurrido a Hamás y consideró que Israel ha demostrado mucha "contención" en su reacción.

Tras la matanza de al menos 60 manifestantes palestinos por parte de soldados de Israel, Gaza inició este martes nuevas movilizaciones, que pueden volver a generar una nueva escalada de violencia en la frontera de la Franja por el traslado de la Embajada estadounidense a Jerusalén.

Según el Ministerio de Salud palestino en la jornada de ayer se registraron, además de los 60 fallecidos -ocho de ellos menores-, 2.771 heridos, la mitad de ellos de bala o metralla y, entre ellos, 225 menores.

 El lunes fue la jornada más mortífera en Gaza desde la operación israelí militar Margen Protector de 2014, en la que perdieron la vida más de 2.000 palestinos en 50 días.

 Desde que comenzaran las protestas de la denominada Marcha del Retorno el pasado 30 de marzo han muerto 109 palestinos y más de 12.000 han resultado heridos, la mitad de ellos por munición real.

Para hoy se ha convocado una huelga general en Cisjordania y en Jerusalén Este, en el Día de la Nakba (desastre en árabe), en el que los palestinos recuerdan siete décadas de exilio y de pérdida de territorios tras el nacimiento de Israel. En Jerusalén Este está siendo ampliamente secundada.

Los palestinos están enterrando hoy a las víctimas, tras los violentos enfrentamientos con el Ejército israelí. La de ayer fue la jornada más sangrienta del conflicto israelo-palestino desde la guerra del verano de 2014 en la Franja de Gaza. El Ejército israelí desplegó a centenares de francotiradores, responsables de la mayoría de las muertes y de los heridos. También utilizaron gases lacrimógenos contra los manifestantes. Entre las víctimas de este lunes había ocho menores, entre ellos, un bebé, Leila Al Ghandur, una niña de apenas ocho meses que falleció tras haber inhalado gases lacrimógenos durante los choques entre manifestantes y soldados en la frontera, según ha anunciado el Ministerio de Salud palestino. Por el momento no está claro a qué distancia se encontraban la niña y su familia de la valla que separa Gaza de Israel.

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha instado hoy a todas las partes a ejercer la "máxima contención" para evitar que este martes se repita la "horrible violencia" que se vivió ayer. "Estamos extremadamente preocupados por lo que pueda pasar hoy, un día muy emotivo para todos, y en las próximas semanas. Urgimos a la máxima contención. Ya basta", ha escrito el Alto Comisionado, Zeid Ra'ad Al Hussein en las redes sociales.

joven palestino quema banderas de EEUU e Israel en Gaza. Foto: Internet

Durante las últimas siete semanas, la llamada Gran Marcha del Retorno ha suscitado masivas manifestaciones en el límite de la franja de Gaza con Israel, que se han saldado hasta ahora con más de de un centenar de muertos y unos 10.000 heridos de bala. El Ejército había advertido a la población gazatí, mediante octavillas escritas en árabe lanzadas desde aviones, de que no se acercara a la valla de separación. Unidades de combate, fuerzas especiales, servicios de inteligencia y francotiradores fueron enviados a la frontera hasta duplicar el despliegue militar existente.