Fue un hombre delgado de pelo largo que andaba en bicicleta saludando a los vecinos y por su personal estilo de dirigir su provincia tenía gran popularidad

El Deber logo
19 de abril de 2018, 15:52 PM
19 de abril de 2018, 15:52 PM

En la localidad de Placetas, en el centro de Cuba, hace 58 años, nació el hombre que toma del mando y sucede a la era de los Castro como nuevo presidente de la isla. Su nombre es Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez y es hijo de un trabajador de una planta mecánica y una profesora normalista.

Se graduó como ingeniero electromecánico en 1982 y comenzó su carrera en las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR). Tiempo después, en 1985, empezó a dar cátedra en la universidad y fue ahí donde se afilió a la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), tiempos en los que Fidel Castro advirtió que la deuda externa era un mecanismo de extorsión impagable.

Durante su juventud un estilo distinto caracterizaba Díaz-Canel

Como todo iniciado empezó con cargos modestos y fue cumpliendo misiones internacionales con las que se abrió camino hasta llegar a ser dirigente de la UJC y en ese ascenso llegó al Partido Comunista de Cuba, (PCC) cuya bandera ondeaba el Gobierno de ese país.

Díaz-Canel era un leal seguidor de la ortodoxia socialista y, sin embargo, no mostraba el talante autoritario al que estaban habituados, según la BBC. Fue enviado a Nicaragua en una misión internacionalista donde organizaba los comités de base de los jóvenes comunistas e hizo el trabajo político-ideológico que buscaba reforzar las posiciones afines al gobierno cubano y el sandinismo.

El diario El Comercio indica que en su juventud fue un hombre delgado de pelo largo que andaba en bicicleta saludando a los vecinos y por su personal estilo de dirigir su provincia tenía la popularidad de una estrella de rock local.

En octubre 1997, cuando fungía como secretario del Partido de Gobierno en Villa Clara, realizó la primera guardia de honor al Che Guevara. En ese entonces quedó inaugurado el Memorial donde actualmente se encuentran los restos del guerrillero. "Con emoción profunda vivimos uno de esos instantes que no suelen repetirse. No venimos a despedir al Che y sus heroicos compañeros. Venimos a recibirlo", dijo Fidel Castro en su discurso.

Uno de los hitos que más mencionan quienes lo creen un hombre "moderno", fue su defensa del club El Mejunje, un local frecuentado por los miembros de la comunidad LGTB que escandalizaba a los sectores más intransigentes del oficialismo por los espectáculos con travestis y otras actividades que allí se organizaban.

Puedes leer:

Su militancia fue vista con buenos ojos por los hermanos Castro, por lo que fue incluido en el órgano superior del PCC. Su experiencia en el ámbito educativo le valió ser nombrado ministro de Educación Superior.

Bajo su gestión se ajustaron los planes de estudio, se modernizaron sus contenidos, se modificaron los reglamentos de posgrado y se impulsó el uso de la tecnología de las casas de altos estudios con laboratorios de computación y digitalización de contenidos. 

En el cargo estuvo hasta 2012 y después pasó a tomar la vicepresidencia del Concejo de Ministros donde estuvo al frente de las áreas de educación, ciencia, cultura y deporte.

Durante su militancia encontró a su compañera: Liz Cuesta Peraza, la mujer que lo acompañó en marzo a votar. 

Meses después se convirtió en el primer vicepresidente del Consejo de Estado de Cuba y el entonces presidente, Raúl Castro, dio un discurso en el que lo apuntó como sucesor, acreditando su pedigrí: “No es un advenedizo ni un improvisado”.

Según diplomáticos y analistas, la transformación de su estilo obedeció a la lógica de la historia reciente en el liderazgo del país, en la que la generación revolucionaria sacó de carrera a los más jóvenes acusándolos de no ser lo suficientemente leales al proceso, cita El Comercio.

Para el profesor marxista de la universidad cubana de Matanzas, Harold Cárdenas, la intervención de Díaz-Canel demostró que la nueva generación --posterior a la revolución y anterior a la suya propia-- le dará una continuidad al proceso, pero cambiará según sus experiencias vitales: la caída del campo socialista y los subsidios, las fallas de los dogmas del comunismo setentista o la necesidad de respeto a una mayor diversidad religiosa o social. 

El ahora presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, es un hombre cercano a Raúl Castro

Puede que Díaz-Canel aprendiera la lección de Carlos Lage, Roberto Robaina o Felipe Pérez-Roque, otros dirigentes expulsados del sus funciones por tomar iniciativas que los Castro vieron como desleales.

La BBC analiza que la cautela, casi timidez, que lo caracteriza según quienes lo han tratado quizá lo ayudaron a sobrevivir en la cúpula.

Sin embargo, fuera de la cúpula, personas como Antonio Rodiles, activista anticastrista, Díaz-Canel "es una persona gris y apagada que repite como un robot lo que se ha repetido en Cuba en los últimos 60 años".

Díaz-Canel es considerado un hombre leal al régimen castrista

El nuevo presidente cubano acostumbra a acudir a sus reuniones con una tablet y se deja ver en público con su mujer, algo inusual entre la vieja dirigencia cubana, reacia a las nuevas tecnologías y a la exposición pública de su vida privada.

Desde hoy, Miguel Díaz-Canel ocupa la silla presidencial cubana. fue elegido por el 99,8% de los votos (603 de 604) y hasta el momento se sabe poco de cómo actuará mientras sea presidente de esa nación. En su primer discurso como mandatario cerró con la frase: "Patria o muerte. Socialismo o muerte. Venceremos".

Te puede interesar: