Miguel Ángel Arley Acuña es acusado, entre otras cosas, de obligar a sus víctimas a cumplir extensas jornadas en labores de construcción y servicios domésticos prácticamente sin alimentación

El Deber logo
18 de febrero de 2019, 14:47 PM
18 de febrero de 2019, 14:47 PM

Un tribunal de Costa Rica condenó este lunes a 60 años de prisión por delitos de trata de personas, a un hombre que esclavizaba indigentes y les proporcionaba drogas para mantenerlos activos en largas jornadas en una construcción.

El Tribunal Penal de la ciudad de Desamparados, en el sur de San José, dictó la sentencia por el delito de trata de personas con fines de explotación laboral para Miguel Ángel Arley Acuña, de 37 años y apodado popularmente como el "Matapobres".

El caso se remonta a agosto de 2017 cuando el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) detuvo a Arley como sospechosos de esclavizar indigentes y rescató a cinco víctimas que presentaban golpes y que estaban encerradas en una especie celda de concreto y rejas, situada en una casa en la localidad de Desamparados.

Los jueces dieron por probado en su sentencia que Arley reclutó al menos a cuatro personas indigentes y adictas a las drogas en un sector de la capital San José, las llevó a una casa y que allí las mantuvo encerradas y las forzó a realizar trabajos.

En la lectura del por tanto o la parte resolutiva de la sentencia, los jueces aseguraron que las víctimas tenían miedo de ser agredidas y que por eso nunca intentaron fugarse del lugar donde estaban encerradas.

Según las investigaciones, las víctimas fueron sometidas a trata de personas en modalidad de explotación laboral y sufrieron tratos degradantes, crueles e inhumanos.

Al momento de su detención, Arley Acuña tenía antecedentes penales por privación de libertad, tráfico de drogas, tentativa de homicidio y delitos contra la propiedad.

Según las autoridades, Arley obligaba a las víctimas a cumplir extensas jornadas en labores de construcción y servicios domésticos prácticamente sin alimentación.

Para mantenerles activos ante la falta de alimentos, Arley suplía a sus víctimas con drogas, principalmente crack, según la acusación. Las personas rescatadas presentaban golpes y lesiones, principalmente en sus rostros.