El jefe del Departamento de Fronteras renunció al comprobarse las malas condiciones de los detenidos

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26 de junio de 2019, 4:00 AM
26 de junio de 2019, 4:00 AM

Las condiciones en las que están detenidos al menos 300 menores inmigrantes en un centro de Texas (Estados Unidos) han provocado una ola de indignación en Estados Unidos que ha puesto contra las cuerdas al Departamento de Fronteras. El domingo, la mayoría de los menores fueron trasladados fuera del centro. El lunes, el jefe interino del departamento, John Sanders, anunció a sus empleados por correo electrónico que se disponía a presentar su dimisión.

La primera información procedía del centro de detención de Clint, Texas, al este de El Paso. Un equipo de abogados tuvo acceso la semana pasada a las instalaciones, diseñadas para un centenar de detenidos, y pudo entrevistar a unos 50 menores para ver si se cumplían las condiciones legales de detención. Allí se encontraron con niños de 7 y 8 años que se hacían cargo de los más pequeños, niños sin pañales que se manchaban la ropa.