El canciller de Jair Bolsonaro anunció la modificación de la política ambiental brasileña y rechazó el ‘alarmismo climático’

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29 de noviembre de 2018, 4:00 AM
29 de noviembre de 2018, 4:00 AM

Brasil, líder en la lucha contra el calentamiento global, desistió de albergar la próxima cumbre mundial del clima COP25 en 2019, año en que asume el poder el ultraderechista Jair Bolsonaro, quien llega con un equipo crítico de las causas ambientales.

“Considerando las actuales restricciones fiscales y presupuestarias, que deberán permanecer en el futuro próximo, y el proceso de transición de la administración recién elegida, que inicia el 1 de enero de 2019, el gobierno brasileño se vio obligado a retirar su oferta de ser sede de la COP25”, la reunión de la ONU sobre el cambio climático, dijo el miércoles la cancillería brasileña en una nota.

“El Gobierno realizó un análisis minucioso de los requisitos para ser sede de la COP25. El análisis se enfocó, en particular, en las necesidades financieras asociadas a la realización del evento”, detalló la nota.

El anuncio ocurre a pocos días del inicio de la cumbre COP24 en Katowice, Polonia. La cumbre de 2019 debe llevarse a cabo entre el 11 y el 22 de noviembre.

Bolsonaro tendrá como canciller al diplomático Ernesto Araújo, quien ha asegurado que cumplirá el mandato del presidente de “liberar a Itamaraty”, la sede de la cancillería brasileña, de ideologías, según un artículo que publicó esta semana en el diario Gazeta do Povo, donde también habla de la existencia de un “alarmismo climático”.

Araújo, un admirador del presidente estadounidense Donald Trump, también ha considerado que “a lo largo del tiempo, la izquierda secuestró la causa ambiental y la pervirtió hasta llegar al paroxismo, en los últimos 20 años, con una ideología de cambio climático, el climatismo”.

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