Por la devaluación del peso argentino, algunos supermercados han decidido suspender la venta de productos hasta tener un escenario económico más claro

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31 de agosto de 2018, 9:34 AM
31 de agosto de 2018, 9:34 AM

La disparada del dólar con relación al peso argentino tiene impacto en las tiendas y supermercados. A medida que el peso se deprecia, señala el diario La Nación, las cadenas de supermercados comenzaron a recibir las listas de los nuevos precios con incrementos del 5% al 10%.

Ante ese escenario, algunos supermercados decidieron suspender temporalmente la venta de alimentos hasta tener un panorama económico más claro.

"Venta suspendida" fue el mensaje que se leía en algunos letreros, según el mismo diario. En julio, la canasta básica tuvo un incremento del 4,8% y así acumuló en lo que va del año un aumento del 19,1%.

El peso en caída libre

El peso sufrió su mayor pérdida diaria del año al cerrar a 39,87 por dólar. En dos días acumula una depreciación de casi 20% y de 53% en el año.

Cacerolazos de protesta de vecinos en las ciudades de Buenos Aires, La Plata, Rosario y Mar del Plata, entre otras de menor tamaño, estallaron la noche del jueves para protestar por el descontrol en los precios de los alimentos y servicios públicos, impulsados por la devaluación.

El Banco Central reaccionó elevando a 60% la tasa de interés de referencia, que ya estaba en 45%, una de las más altas del mundo. Al mismo tiempo, aumentó los encajes de los bancos para así reducir la liquidez de moneda en la plaza.

Para la calificadora de riesgo Moody's, esa medida "es una clara señal de que los planteamientos de política económica no han sido suficientes para contener las presiones financieras que enfrenta Argentina".

Además, la agencia cuestionó que ese nivel de tasas: "en combinación con un ajuste más severo en las cuentas fiscales, acentuará y prolongará la recesión que ya se ha iniciado".

Afectada por el contexto internacional, Argentina lucha contra la depreciación de su moneda y la inflación, pero desde que empezó el año el peso ha perdido más de 50% y no parece que haya aún un freno.