El TIAR se concibió originalmente para proteger a cualquier país de una agresión extracontinental. Ahora, la oposición venezolana, al mando de Juan Guaidó, quiere usarlo para sacar a Nicolás Maduro del poder

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12 de septiembre de 2019, 4:00 AM
12 de septiembre de 2019, 4:00 AM

Doce países del continente americano dieron ayer un primer paso en la activación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), que incluye una posible intervención militar, al considerar que la “crisis” en Venezuela representa “una clara amenaza a la paz y la seguridad” en la región.

Las 12 naciones que apoyaron el TIAR (una especie de OTAN americana que abre la puerta a la intervención militar) son: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, El Salvador, EEUU, Guatemala, Haití, Honduras, Paraguay, República Dominicana y Venezuela, esta última representada por los delegados del líder opositor venezolano Juan Guaidó.

Se trata de un nuevo movimiento de Guaidó, reconocido como presidente interino por más de medio centenar de naciones, en su ajedrez de presión contra el jefe de Estado de Venezuela, Nicolás Maduro.

La decisión se tomó en la Organización de Estados Americanos (OEA), que ejerce como testigo del TIAR, también conocido como “Tratado de Río” y firmado en 1947. En un documento suscrito por esos 12 países, se argumentó que “la crisis en Venezuela tiene un efecto desestabilizador, representando una clara amenaza a la paz y a la seguridad” en la región y, por ello, cabe aplicar el principio de defensa mutua proclamado en el TIAR.

El TIAR, también conocido como Tratado de Río por su adopción en esa ciudad en 1947, dispone que la reunión de cancilleres deberá “acordar las medidas (...) para la defensa común y para el mantenimiento de la paz y la seguridad del continente”.

Lo que viene

Concretamente, lo que esos doce países decidieron fue convocar una reunión de los ministros de Exteriores de las naciones firmantes del TIAR para que, en la segunda quincena de este mes de septiembre, en los márgenes de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, decidan qué medidas tomar con respecto a Venezuela.

Entonces, tendrán que decidir cómo presionar a Maduro y determinar si rompen las relaciones diplomáticas y económicas, o si irán más lejos y decretarán un bloqueo al transporte naval y aéreo.

Un bloqueo marítimo significaría que los turistas que, por ejemplo, vayan a la Isla de Margarita (uno de los mayores atractivos turísticos de Venezuela) no podrían entrar. Entretanto, de aplicarse un cerco aéreo, ningún avión que tenga destino u origen en Venezuela podría pasar por el espacio aéreo de los países del TIAR.

La opción más agresiva que incluye el tratado es la posibilidad del “empleo de la fuerza armada”, pero por el momento algunos países, como EEUU, han dicho que esa opción no está sobre la mesa.

Costa Rica, que abolió su ejército hace más de 70 años, instó ayer a los países firmantes del TIAR a incluir en el texto aprobado una precisión: que solo se adopten medidas que “contribuyan a la restauración pacífica de la democracia en Venezuela, excluyendo aquellas que impliquen el empleo de la fuerza armada”.

Sin embargo, esa propuesta costarricense no prosperó, por lo que la opción militar seguiría siendo factible a pesar de no contar con apoyo entre los países del TIAR.

Venezuela se retiró de ese tratado en 2013 por iniciativa del fallecido presidente venezolano, Hugo Chávez; pero, en julio de este año, el Parlamento dirigido por Guaidó aprobó el regreso del país a ese pacto de defensa, una decisión que no reconoce el Ejecutivo de Maduro.