Disponibilidad. El videojuego se puede adquirir para Xbox Series X/S y para PC desde el 1 de septiembre. También está disponible en el Game Pass

10 de septiembre de 2023, 11:01 AM
10 de septiembre de 2023, 11:01 AM

Tuvieron que pasar más de 25 años para que Bethesda lance al mercado una nueva propiedad intelectual. Ya con Starfield en las tiendas (desde el 1 de septiembre) solo queda decir que el tiempo valió la espera.

Starfield es una aventura de ciencia ficción en la que el ser humano se vio obligado a abandonar la Tierra hace ya unos cuantos años, teniendo que conquistar el espacio a marchas forzadas llevando su vida a otros planetas a lo largo y ancho del universo. El periplo del videojugador comienza en una excavación remota en la que descubre una misteriosa pieza que lo lleva a integrarse a Constelación, un grupo de exploradores con mentes inquietas y un buen músculo económico que tiene como objetivo descubrir los secretos que aún esconde el universo.

Como todos los grandes RPGs de Bethesda el juego empieza lento, pero a las dos horas termina por ser abrumador en cuanto a posibilidades.

Un universo de posibilidades

Una vez terminado el prólogo y con la posibilidad de seguir misiones o, simplemente, elegir una nave y despegar, es cuando comienza de verdad la aventura. Starfield plantea su exploración estelar en varias fases con un pilotaje que permite moverse a voluntad por las distintas zonas orbitales, pero no volar por la superficie de los planetas o moverse de forma manual por un sistema solar.

Durante su desarrollo, Bethesda confirmó que Starfield tiene más de 1.000 planetas repartidos en 100 sistemas estelares diferentes para explorar. Cada uno de ellos con su propio clima, especies y características.

Cabe aclarar que el universo de Starfield no es continuo, lo cual significa que se verá una pantalla de carga cada vez que se sale a la órbita de un planeta, se aterriza en él o se realiza un viaje rápido.

En lo que respecta al apartado gráfico, es simplemente espectacular. Todo cuenta un detalle sorprendente, especialmente las naves, el armamento, los trajes y muchísimos objetos que se pueden inspeccionar desde el inventario; y la distancia a la que se pueden ver las cosas en los planetas y el espacio resulta especialmente inmersivo.

Juego adictivo

El combate es una parte muy importante de la experiencia en Starfield y es extremadamente divertido. No inventa nada ni en el espacio ni en tierra. Mientras que la mayor dificultad en el espacio es gestionar los niveles de energía de la nave sin explotar por los aires, la fórmula en tierra resulta muy familiar para los fans de la saga Fallout.

El videojugador tiene a disposición un arsenal bastante grande y un buen repertorio de trajes espaciales (casco, cuerpo y mochila), ropa y una cantidad obscena de objetos cuyas utilidades van desde la curación a crear nuevos objetos. Las armas y el resto de equipamiento se dividen en tiers (colores) y podemos añadirles accesorios, mejoras y habilidades únicas.

En relación a la Inteligencia Artificial humana y robótica (enemiga y aliada) cumple sin más. Son bastante normales en dificultades bajas, aunque tienen comportamientos muy sensatos como cubrirse, disparar sin asomarse, comunicarse entre ellos, distraernos para flanquear al personaje del videojugador e incluso revivirse entre sí. Pueden quedarse incapacitados, llamar a sus compañeros y suplicar por su vida.

En definitiva, lo nuevo de Bethesda es gigantesco, una corriente inabarcable de virtudes que va creciendo conforme el videojugador más se deja llevar por ella. El videojuego se puede adquirir para Xbox Series X/S y para PC desde el 1 de septiembre. También está disponible en el Game Pass.