Las ballenas emiten sonidos "para comunicarse entre ellas. Un idioma que toma diferentes formas, distintas jergas, como pasa entre los humanos", dijo a la AFP Sonia Español, doctora en biología marina integrante del staff de la Fundación Meri.

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17 de agosto de 2018, 23:00 PM
17 de agosto de 2018, 23:00 PM

Las "voces del mar de Chile" retumban en pleno centro de Santiago en una muestra que a través de animaciones, videos y grabaciones busca dar a conocer los secretos de las numerosas poblaciones de ballenas que transitan el Pacífico Sur. El Centro Cultural de La Moneda -sede de gobierno- es el escenario de esta exposición que por primera vez expone el patrimonio natural del país en una macroexposición consagrada únicamente a estos gigantescos cetáceos, que siempre ocuparon un lugar preponderante en la cultura popular desde la época precolombina.

"El objetivo de esta exposición es crear conciencia e invitar a amar" a las ballenas, dijo a la AFP Marilú Ortiz, una de las curadoras de la muestra ideada por la fundación científica Meri y el Centro Cultural que la alberga. El visitante se siente atrapado por los sonidos del océano, en particular los "cantos" de la decena de especies, como la ballena azul, la jorobada o la Sei, que cada año transitan por los más de 4.500 kms de costas chilenas en busca de comida o de aguas más cálidas para ver nacer a sus crías.

Las ballenas emiten sonidos "para comunicarse entre ellas. Un idioma que toma diferentes formas, distintas jergas, como pasa entre los humanos", dijo a la AFP Sonia Español, doctora en biología marina integrante del staff de la Fundación Meri. En la ballena jorobada se identifican "como frases, una secuencia que se repite como sucede en una canción", lo que hace fascinante su estudio, agregó la científica.

Los estudios desarrollados por Meri determinaron que "las ballenas azules que transitan por Chile emiten un sonido diferente a las de su especie que están en Australia", lo que abre un mundo por descifrar, comentó Español. Un gigantesco esqueleto de ballena Sei, una especie de cetáceo que causó conmoción en la comunidad científica en 2015 debido a un varamiento masivo que provocó la mortandad de más de 300 ejemplares en los fiordos del extremo sur de Chile, es uno de los puntos fuertes de esta exposición, que muestra también la importancia de los animales más grandes del océano en la vida de los antiguos pobladores costeros chilenos.

Fotos, objetos de orientación marinos o embarcaciones realizadas con pieles de foca que servían a las poblaciones autóctonas para hacerse a la mar a cazar estos animales completan la muestra, que alerta sobre los peligros que para la supervivencia de la vida marina representan las toneladas de plásticos que acaban en el mar. Se completa con la opinión de 16 científicos que dedican su vida al estudio de esta especie amenazada.

"Las ballenas son un icono de conservación", dice Ortíz. Por eso es tan importante el mensaje que transmite la muestra, inaugurada hace poco más de una semana y que se prolongará hasta mediados de noviembre con entrada gratuita. Las ballenas "han estado desde siempre en el imaginario popular de nuestra gente y eso es un motivo más para conocerlas y cuidarlas", concluyó la curadora.