Ella es parte de más de medio centenar de médicos, residentes, estudiantes y voluntarios que forman parte de la asociación civil ¿Me regalás una hora? Karem Araoz quiere que la iniciativa se imite en Bolivia

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16 de agosto de 2018, 4:00 AM
16 de agosto de 2018, 4:00 AM

Buenos Aires sigue fría, siete grados el martes, 10 ayer... la gente en situación de calle permanece a la intemperie, como en los días de calor. Y a la intemperie un grupo de médicos les da atención, “con calidad y calidez”, dice Karem Araos, una médica clínica boliviana que reside hace más de una década en Argentina, que trabaja en el sanatorio privado de Belgrano y que dedica sus horas libres a brindar consulta gratuita en las calles.

Si es martes están en la plaza Barrancas de Belgrano, los viernes en Plaza de Mayo y los sábados en cuatro parroquias. “Uno ignora su vida pasada y haciendo estas atenciones hemos aprendido que son gente como vos o como yo, que un día tuvieron dificultades económicas y debieron dejar sus casas, sacrificaron la comodidad de ducharse, de poder cambiarse de ropa, de tener un plato de comida caliente. Esas cosas no hay que dejarlas pasar y hay que volverse más humanos”, explica al otro lado del teléfono.

Ser solidaria no es algo que ha aprendido en Argentina, es algo que viene desde su cuna en La Paz, cuando salía con sus padres y abuelos a distribuir ropa y regalos a los niños en Sapahaqui, y que se le dio hacer este año en febrero formando parte de la asociación civil ¿Me regalás una hora? fundada por el médico clínico cardiólogo Mariano Masciocchi. Al día de hoy ya suman 60 personas entre médicos, estudiantes, residentes y voluntarios que clasifican medicaciones y donaciones y se ponen en contacto con la gente que les escribe al Facebook porque cada día se están haciendo más famosos.

“Estas personas sin trabajo no tienen cobertura de salud y en los hospitales públicos se tiene que pedir el turno desde las 4:oo de la mañana para que los atiendan dentro de una semana, un mes o incluso más. El sistema de salud está un poco saturado. Yo he elegido trabajar 12 horas porque me gusta mi trabajo y mi tiempo libre lo dono a esta iniciativa que no solo lleva atención médica a la calle, sino promueve un trato con respeto. Ellos te agradecen porque les das la mano y porque sabés su nombre”, cuenta Karem, que hace tres años no viene a Bolivia, pero que ya se ha puesto en contacto con sus colegas en el país para imitar esta iniciativa.

Los médicos solidarios atienden de 100 a 150 personas de lunes a viernes sin contar a los que ven los fines de semana. Todo esto ha sido posible porque se han sabido ganar la confianza de la gente en situación de calle. “Queremos que se sepa que todos pueden hacer algo, siempre decimos que esto viene a ser como una cadena de favores. Personalmente creo que los médicos deben tratar a sus pacientes como quisieran que los traten a ellos mismos, con afecto, porque cuando estás enfermo estás vulnerable”, repara Karem.

Todo médico que quiera ser ‘donante de horas’ como Karem tiene abiertas las puertas, porque a la fría Buenos Aires de estos días se la combate con la calidad humana de estos doctores.

Los sábados las atenciones son en parroquias4
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Karem estudió en la Universidad Nuestra Señora de La Paz