Ritmos arraigados
Con significados rituales. Las danzas cruceñas tienen como punto de partida las manifestaciones rituales de los pueblos que la habitaron para más adelante absorber la influencia de la cultura española. Dos investigadores explican sus orígenes
Santa Cruz es un departamento rico en manifestaciones folclóricas, la variedad de sus danzas representa a cada región con ritmos únicos, muchas veces influenciados por la cultura española y en otros casos arraigados en la tradición precolonial de los pueblos dueños de esta tierra, explica Yolanda Cabrera, folclorista y recopiladora cultural.
Siguiendo esta línea, el historiador Bismark Cuéllar asegura que las danzas amerindias son en gran medida danzas rituales, creadas para agradar a los seres supremos que guiaban la vida de los pueblos originarios.
Cabrera define a la chobena y todas sus variantes como el ritmo tradicional de la Chiquitania y Guarayos. Con ella se representa el agradecimiento de los habitantes a las dádivas de la selva y la producción de la siembra.
En un recorrido imaginario, la folclorista sitúa su mirada en las provincia Cordillera, con su Alto y Bajo Izozog, territorio de los guaraníes, adoradores del jaguar y la urina. La representación de ello es el arete guazu, que al ritmo de aticos, flautas y cajas reúne en una rueda a todos los miembros de la comunidad.
Los que mejor han consevado la herencia española son los ritmos vallences. Con escasas modificaciones, las viritas, el kaluyo, el contrapunteo de coplas y el carnavalito guardan la esencia de sus sones en los valles cruceños.
El carnaval grande
El carnaval grande es la danza de los habitantes de Santa Cruz de la Sierra, tiene una diferencia marcada con el carnavalito de los valles y fue creada para mostrarse en la gran fiesta de los habitantes de la ciudad.
Respecto a su origen, Cuéllar explica que su raíz proviene de la zarabanda española, conservando toda la gracia de esos bailarines en las fiestas. Cabrera hizo mención de los sones del norte integrado, región de extensa creación musical y coreográfica. De allí provienen el brincao, el taquirari, la desaparecida cuadrilla, el sarao y otros poco difundidos como la tirana o el chivero. Este último en ritmo de polca.