Simpleza. Es frecuente enfrentar el silencio cuando se trata de conversar con un adolescente. Estas 12 estrategias ayudarán a crear un clima propicio para encarar cualquier tema o, muy importante, reconectar con ellos. Recuerde que están cambiando, por eso se sienten incomprendidos

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14 de abril de 2019, 4:00 AM
14 de abril de 2019, 4:00 AM

EL DEBER/PSYCHOLOGY TODAY - JAVIER.MENDEZ

Suele resultar complicado conectarse con los adolescentes. El motivo, según los sicólogos de la Universidad de Toronto, es que, a esa edad, se están alejando. Quieren ser independientes.

Estas estrategias para facilitar la reconexión fueron recopiladas en base a la experiencia de padres, sicólogos y los mismos adolescentes.

1. Avísele. Dígale con anticipación sobre el tiempo y el tema que desea discutir con él. Esto le dará el tiempo necesario para procesar la conversación inminente y recopilar cualquier idea que pueda tener.

2. Dele comida. Asegúrese de que haya comido algo antes de comenzar a hablar. Hay una correlación entre el hambre y la irritabilidad. Aunque es posible que su hijo todavía no esté de mal humor, asegurarse de que su nivel de azúcar en la sangre sea estable lo mantendrá concentrado durante la conversación.

3. No haga una conferencia. Condense su conversación en una lista corta de puntos importantes y permítale responder a esos puntos. Tener puntos concretos mitiga posibles problemas de comunicación mientras lo mantiene sintonizado con la conversación. Permitirle responder a cada punto le proporcionará información sobre su procesamiento y le asegurará que está participando en un diálogo, no un monólogo.

4. Controle sus emociones. Si bien puede estar frustrado y enojado, los gritos y las críticas verbales no van a producir los resultados que desea. Estos pueden interpretarse como un ataque, lo que provocará una respuesta de ‘lucha o huida’, especialmente con un adolescente volátil.

Hablar con el cuerpo

5. Caminen mientras hablan. Los niños son generalmente procesadores espaciales, y por lo tanto piensan mejor cuando están activos y en movimiento. Obligar a su hijo a sentarse y quedarse quieto mientras lo reprende con una larga conferencia es una receta para el desastre, o al menos distracción. Intente hablar afuera, caminar alrededor de la cuadra o jugar a la pelota mientras discute el tema en cuestión.

6. Comunique indirectamente. Crear un ambiente cómodo para una conversación importante incluye los matices del lenguaje corporal y el contacto visual. Mirar demasiado a los ojos de su hijo mientras tiene una conversación importante puede interpretarse como agresivo o desconcertante. Caminar lado a lado o conducir el auto disminuirá la cantidad de contacto visual directo.

7. Use ejemplos físicos. Si necesita dirigirse a la habitación siempre desordenada de su hijo, no solo hable sobre el hecho de que nunca pone su ropa en la canasta. Camine por la habitación y pídale que recoja los artículos esparcidos alrededor. Proporcionar ejemplos físicos e idealmente tangibles ayudará a su hijo a procesar y recordar su conversación.

8. Trabajen juntos. Si están barriendo o lavando platos juntos, sus manos están ocupadas, pero su cerebro está disponible para conectarse.

5. Vayan de compras. Se puede aprender mucho sobre su adolescente en el centro comercial. Pregunte acerca de sus bandas favoritas mientras curiosea por los pasillos de la tienda de música o pídale que le ayude a elegir toallas nuevas para el baño.

6. Hable de su día. A menudo, el más mínimo detalle de su día ocupado provocará una conversación. ¿Se encontró con un viejo amigo? ¿Descubrió una nueva tienda? ¿Terminó un proyecto en el trabajo? Compartir una anécdota abre la puerta para escuchar acerca de ellos.

7. Cree rituales. Háganse una manicura una vez cada dos meses, o vayan a la peluquería. Estos pequeños rituales crean un tiempo sin presión para conectarse.

8. Acoja a sus amigos. A veces es posible hablar de temas complicados mientras comen con los amigos de sus hijos. Cuando sus hijos se ven obligados a ver al padre a través de los ojos de sus amigos, se dan cuenta de que no todo lo que dice suena tonto.

9. Dígale que lo quiere. No como recompensa, sino solo porque está contento de que su hijo esté en el mundo. Ignore el dormitorio desordenado y deje un pequeño jarrón de flores y una pequeña nota junto a su cama, o una revista que le guste junto a su almohada.

10. Aproveche el momento. No confíe en grandes eventos, como vacaciones en familia o salidas nocturnas caras para alimentar su conexión con su adolescente. Si está cocinando, ofrézcales algo. Siempre están con hambre. Es un buen momento para conversar.

11. Cuente sus historias. Cuando comparte sus recuerdos de las cosas divertidas, dulces y exasperantes que hicieron cuando eran más pequeños, los adolescentes adquieren la sensación de estar conectados a su historia familiar única: saber que pertenecen y que son importantes para usted.

12. Finalmente, deje tiempo para el seguimiento. Muchos adolescentes pueden tomar horas, días e incluso semanas para procesar el contenido de una conversación. Si no recibe el compromiso o las respuestas que esperaba durante la primera conversación, dele tiempo y espacio para reflexionar sobre la conversación antes de volver a hablar del tema. Es posible que se sorprenda de cómo evoluciona su conversación en este tiempo y de la información que aportará su hijo a la charla.

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