La premisa de las grandes empresas es vender el último modelo, para lograrlo se usan varias estrategias, una de ellas la caducidad de los teléfonos

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29 de octubre de 2018, 16:15 PM
29 de octubre de 2018, 16:15 PM

A quién no le ha pasado, que de pronto aparece una alerta o mensaje en su celular, diciendo “actualizar”, ¿a más de uno verdad?; es la famosa alerta del sistema operativo del teléfono móvil que esconde la razón por la que los celulares no duran más de dos años. 

Muchos tienen diversas opiniones como: ¿será más rápido el funcionamiento, a pesar que tiene cantidades  de videos, fotografías, documentos?, otros se preguntan si la actualización ocupa espacio en la memoria del celular, cosas así.

Sin embargo hoy en día se empieza a escuchar y conocer más cosas sobre la “obsolescencia programada”, un hecho que grandes empresas fabricantes de éstos aparatos móviles no les conviene que se sepa.

Hay un típico refrán que dice “hecha la ley, hecha la trampa”, algo similar realizan las grandes empresas. El diario ABC de España recuerda como los fabricantes más grandes al momento de lanzar al mercado modelos de celulares nuevos insisten a los usuarios que instalen el nuevo sistema operativo sin advertir de las consecuencias que traería la nueva instalación, como: la alta demanda de energía y de posibles inconvenientes como apagados repentinos, reduciendo la velocidad de ejecución, por ende disminuyendo la funcionalidad. Estos son los primeros síntomas de la obsolescencia, además que a medida que pasa el tiempo, aparece un nuevo modelo de celular listo para ser lanzado al mercado. 

"Todos los fabricantes practican la obsolescencia" opinó, Benito Muros, presidente de la Fundación Energía e Innovación Sostenible sin Obsolescencia Programada (Fennis), en entrevista con ABC. 

Un claro ejemplo de que la obsolescencia existe es el siguiente:

"Si se quiere intentar alargar la vida de un teléfono móvil, habría que someterlo a reparaciones que podrían ser más costosas, que comprar uno nuevo y para eso lanzan al mercado uno nuevo cada año, con presuntas mejoras, o prestaciones que nos seducen y nos alejan de la idea de reparar y actualizar", indica Benito Muros.

Los usuarios tendrán que aprender a lidiar con las constantes actualizaciones que "necesita" un teléfono móvil.