Más de 20 pequeños fueron beneficiados con cirugías gratuitas. Todos los pacientes provienen de familias de escasos recursos que no tenían opción de costear el tratamiento que les dará una nueva vida

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5 de septiembre de 2018, 4:00 AM
5 de septiembre de 2018, 4:00 AM

Santiago Gael, de cuatro años, es un niño inquieto como cualquier chico de su edad. Le encantaba andar a correteos en su casa, pero acababa agitado, tosiendo y vomitando, lo cual preocupó a sus padres, que lo llevaron al Hospital de Niños Mario Ortiz, donde le diagnosticaron una cardiopatía congénita, que requería de una cirugía para corregirla.

Empero, una intervención quirúrgica de ese tipo representaba un costo económico imposible de cubrir para su familia de condición humilde. Es así que en el hospital de niños aconsejaron a los papás ir a Fundacor, donde introdujeron a Santiago Gael en la lista de pacientes, a la espera de la campaña solidaria De corazón a corazón, que médicos estadounidenses realizan anualmente en la clínica Incor de Santa Cruz.

De ese modo, el pequeño fue operado con éxito el domingo y solo espera el alta médica. “Agradezco a los médicos norteamericanos por su solidaridad; de otro modo mi hijo no hubiera sido operado, porque nosotros somos de escasos recursos”, dijo Gloria Montero Saucedo (44), domiciliada en el km 13 de la ruta a La Guardia.

Caras felices

Otra mamá feliz ayer en la sala de recuperación era Yesenia Cassia Bautista. Su hija Ariane Nicol (11 meses) fue operada el sábado de un soplo en el corazón.

“La operación ha sido gratis, aunque nosotros gastamos cerca de Bs 4.000 en medicamentos, pero es poco, porque sabemos que una cirugía como la de nuestra hija cuesta entre $us 13.000 y 15.000”, señaló Yesenia, cuyo esposo es constructor.

Otro de los beneficiados con una cirugía fue Iker Emanuel Ramos Vargas, de un año y ocho meses, que padecía de una comunicación interventricular, o sea un orificio en la pared que separa los ventrículos derecho e izquierdo del corazón, uno de los defectos cardiacos congénitos más comunes al nacer.

La debilidad y la falta de peso tenían agobiada a Sachel Peredo Reyes (4). Cuando hacía algún esfuerzo, las manos se le ponían moradas y frías, todo a raíz de un mal congénito en el corazón. Fue operada el lunes y sus padres, Magaly Reyes y Widen Peredo, esperan volver con ella recuperada a su pueblo, Minero.

Esperanza para otros niños

El Dr. Freddy Romero, que apoya a sus colegas estadounidenses, informó de que 25 niños serán operados hasta mañana: 15 en cirugías a corazón abierto y 10 resueltas mediante cateterismo.

“Las cardiopatías de estos niños son detectadas por pediatras o médicos generales cuando asisten a las consultas en el primer nivel. De allí los derivan a nosotros para que los veamos y si tienen una patología que debe ser quirúrgica, optamos por operar nosotros a algunos a través de Fundacor, la clínica Incor y de otras fundaciones. Asimismo, ayudamos a operar a los americanos, que vienen una vez al año previo envío de una lista de pacientes”, indicó Romero.