Exploración. El proyecto Identidad Madidi concluye con más de un centenar de candidatas a nuevas especies y con la constatación de que el parque es uno de los más biodiversos del planeta

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27 de mayo de 2018, 4:00 AM
27 de mayo de 2018, 4:00 AM

Bolivia se precia de tener amplias llanuras, profundos valles y elevadas cumbres, y tal variedad de niveles se condensa en el territorio mayormente inexplorado del Parque Nacional Madidi, uno de los más biodiversos del planeta gracias a su gradiente altitudinal: en sus 18.957 km2 de extensión hay pisos ecológicos que van de los 150 metros sobre el nivel del mar a nevados sobre los 6.000 m. 

Esa diferencia de paisajes es una fuente de flora y fauna que continúa dando sorpresas. La más reciente expedición del proyecto Identidad Madidi (IM), integrado por una veintena de científicos bolivianos y dirigido por Robert Wallace, jefe del Programa Gran Paisaje Madidi-Tambopata de Wildlife Conservation Society y líder de IM, que salió del parque con muestras y fotografías de 124 especies candidatas a entrar en los catálogos de ciencia con el rótulo de ‘nueva’.

De ese total, 84 corresponden a plantas, 13 son mariposas y 35 son vertebrados. “Es increíble el número de especies que registramos. Creíamos que serían diez posibles nuevas para la ciencia”, dijo robert Wallace a la agencia Efe.

Con esos resultados Identidad Madidi llega a su fin muy por encima de las expectativas iniciales, después de haber desarrollado un censo en quince sitios del parque entre 2015 y 2017. Otras 1.382 especies vegetales y animales ya conocidas están en la lista de especies presentes en el parque, lo que confirma a Madidi como el área protegida con la mayor diversidad de vida en el mundo.

Científicos bolivianos

Consultado sobre la salud del parque, el responsable de botánica de IM y miembro del Herbario Nacional de Bolivia, Freddy Zenteno, dijo que
Madidi se encuentra en buenas condiciones, aunque amenazado por explotaciones madereras y mineras ilegales. “Trabajo en el parque desde 1999, ahora hay carreteras para llegar a varias zonas”, comentó Zenteno. “No se puede frenar el progreso, pero éste debe ser equilibrado”, opinó.

En general, “la gestión del área protegida ha sido buena”, coincide Guido Ayala, que tuvo a su cargo la logística y el estudio de mamíferos del proyecto. 

“La población de mamíferos está recuperándose. En 2001 censamos un jaguar por cada 100 km2 dentro del parque, en 2015 esa cifra fue de 6,8 jaguares por cada 100 km2”, asegura Ayala, para quien la clave del futuro del Madidi está en la gestión y el control de la presión que ejercen las poblaciones aledañas y actividades como la cacería ilegal de esos grandes felinos.

Finalizado el periodo de expediciones al parque, Zenteno, Ayala y otros científicos como Guido Miranda, encargado de estudiar peces, tienen por delante un arduo trabajo de laboratorio para comprobar si las muestras corresponden a nuevas especies. 

Tras el análisis y la descripción de cada una, los informes deben ser sometidos a revisión en la comunidad científica internacional antes de ser catalogadas oficialmente como nuevas.

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