Especialistas de la Caja Petrolera la operaron. Hoy explicará el estado de salud de la pequeña. Se trata de una patología rarísima, con alto índice de mortalidad. Gestionan vivienda digna para la familia

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13 de agosto de 2019, 4:00 AM
13 de agosto de 2019, 4:00 AM

La bebé Leonardi, que el sábado nació en el distante poblado de Santo Corazón (provincia Ángel Sandóval) con el corazón y parte de otros órganos fuera de la cavidad torácica abdominal, sobrevivió ayer a una compleja cirugía realizada por un equipo de médicos especialistas de la Caja Petrolera de Santa Cruz (CPS), pero su estado es delicado por tratarse de una malformación con alto índice de mortalidad en el mundo.

Selim Madde, director de la CPS, informó de que la niña padece del síndrome de Pentalogía de Cantrell, un caso muy raro, pues hay unos cinco afectados por cada millón de recién nacidos vivos y consiste en la exposición de diversos órganos (predominando el corazón) por un defecto en la pared abdominal.

La valoración de la enfermedad en países desarrollados se realiza en el primer trimestre de gestación mediante una ecografía fetal. En aquellos casos complejos, se profundiza en el diagnóstico con una tomografía helicoidal y una resonancia magnética.

En cambio, en el centro médico de Santo Corazón, donde Lizandra Montero Banegas (18) se hizo los controles, no le hicieron ni una ecografía por falta de equipos. La joven madre admitió que en la etapa prenatal le dieron un pase para que fuera a Roboré a tomarse ecografías, pero no lo hizo por falta de dinero, por la distancia y el mal estado del camino.

De ese modo, se resignó a esperar el parto en su pueblo, pensando que todo iría bien, pero todos en el hospital se toparon con el ingrato síndrome de Leonardi.

“Se ha logrado lo que se pretendía, pero es un proceso paulatino, vamos a ver cómo evoluciona. La paciente está un poco delicada; mañana, a las 8:00, el equipo médico dará una rueda de prensa para informar sobre el avance”, dijo Madde.

Distinto a los otros casos

La Caja Petrolera ha atendido dos casos parecidos hace poco: en noviembre de 2018 llegó de Beni la niña María Gloria Almeida, con el corazón expuesto; en marzo de este año, trajeron a la niña Yésica Ibarra Puma de San Lucas, Chuquisaca, con la misma malformación.

Se describieron ambos casos como ectopías cardiacas. Ambas pacientes terminaron muriendo pese al esmero de los médicos.

El caso de Leonardi es mucho más complejo, porque involucra a otros órganos. “Hemos visto en la tomografía, además del corazón, que está el hígado, que ha arrastrado a todo el sistema biliar y a la parte pancreática”, explicó Selim Madde.

Padres reciben colaboración

Wálter Cuéllar Toledo (25) y Lizandra esperan que los galenos curen a su bebé. “Que Dios ilumine las manos de los médicos para salvar a mi hija”, pidió el padre, que dijo ser agricultor.

La pareja tiene otra niña de un año y medio, que se quedó con sus abuelos ante la emergencia. Varias personas llegaron ayer a la CPS a colaborarles con dinero. José Luis Saravia, gestor de la Agencia Estatal de Viviendas los hizo firmar una solicitud para edificarles una vivienda social.