Se trata de un proyecto con instalación de camas para que los alumnos duerman 30 minutos, repongan fuerzas y rindan

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28 de abril de 2018, 6:00 AM
28 de abril de 2018, 6:00 AM

Aromas relajantes, luz tenue y cálida, una manta y almohada, la temperatura a 22 grados, un antifaz perfumado, música tranquila y un sillón especialmente diseñado para descansos cortos, de media hora. Inspirada en experiencias de universidades estadounidenses, la Pontificia Universidad Católica de Chile, una de las casas de estudios de mayor excelencia y tradición del país sudamericano, lanzó un proyecto pionero en Latinoamérica: la instalación de camas acondicionadas para que sus cerca de 27.000 estudiantes tengan la posibilidad de descansar y –en los llamados siestarios– puedan dormir 30 minutos para reponer fuerzas y estudiar en mejores condiciones.

Los alumnos habían solicitado tener espacios donde poder dormir adecuadamente entre clase y clase. Dormir media hora ayuda a combatir el cansancio, la fatiga y a revitalizar las funciones cognitivas, la atención, la memoria, la concentración”, explica la sicóloga María Paz Jana, coordinadora del Programa para el Manejo de la Ansiedad y Buen Dormir, dependiente de la División de Salud Estudiantil. “En ocasiones los alumnos tienen un mal hábito del sueño, sobre todo por su etapa que viven, la adultez emergente. Salen mucho, viajan los fines de semana, deben estudiar bastantes horas, tienen una intensa vida social y, por lo tanto, se desordenan sus tiempos. Muchas veces lo primero que se resiente es la calidad del sueño”, agrega la sicóloga.

En principio se trata de una intervención de tres semanas con el objetivo de sensibilizar y poder informar a los estudiantes respecto del sueño, señala Jana, para luego evaluar los resultados y la acogida. Dependiendo de los análisis, los siestarios permanentes de la Pontificia Universidad Católica podrían debutar en marzo de 2019, cuando se inicie el próximo año académico.

Los estudiantes interesados deben inscribirse en una web, entrar con una clave y responder varias preguntas respecto de la calidad de su sueño. Posteriormente se les asigna su turno –entre las 10:00 y 17:00– y pueden ocupar alguna de las tres camas en salones separados que se instalaron en unas especies de casas rodantes diseñadas especialmente por la empresa Selfishness que ofrece la infraestructura necesaria para las pausas de reactivación.