En una entrevista concedida de forma exclusiva a EL DEBER, el profesor de la Uagrm dio su versión sobre el supuesto caso de racismo y discriminación que le atribuye el Ministerio Público

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5 de abril de 2018, 7:00 AM
5 de abril de 2018, 7:00 AM

El docente Juan Carlos Herrera Vargas (50) nos esperó sentado en el living de su casa, en la calle Manuel Ignacio Salvatierra. Lo acompañaban sus colegas y amigos Alfonso Coca y Saúl Lijerón, también catedráticos de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno, para decir su verdad sobre el presunto caso de racismo y discriminación que le sigue el Ministerio Público por haber proferido insultos a estudiantes de la carrera de Derecho durante una clase de derecho administrativo.

Su semblante no era el mejor. Vestía una polera azul y short de tela jean plomo y zapatillas. Llevaba el pelo un tanto desaliñado y la barba canosa crecida de varios días. Su fisonomía denotaba noches de vigilia y su semblante nervioso parecía vencer por momentos su afán de mostrarse tranquilo para recibir las preguntas. 

“Estoy conmovido”, repitió varias veces en la entrevista y admitió que está viviendo la experiencia más dura de su vida al ser calificado de racista y discriminador por verter comentarios soeces contra gente del interior en el aula frente a sus alumnos. Parte de lo que manifestó fue grabado en secreto y subido a las redes sociales.

Cuéntenos su verdad
Es una presunta discriminación a una de mis estudiantes, pero al margen de que haya discriminación o racismo en este caso, yo me siento bastante conmovido por mi acción que ha ocurrido dentro de la cátedra como docente. Eso ha sucedido en el aula, lastimosamente fue grabado sin autorización mía y eso me sorprendió. Yo me siento conmovido, pido mil disculpas en primer lugar a mi universidad, al plantel de docentes, a la planta administrativa, al rector, al vicerrector, a los decanos y vicedecanos, a los jefes de carrera  de ambas facultades en las que trabajo y a todos los estudiantes si yo he ofendido a esas personas que me están acusando.

¿Usted pide disculpas a las estudiantes que lo denunciaron?
Sí, me disculpo con las estudiantes si es que he llegado a ofenderlas, a dañarlas en su dignidad, en su honorabilidad.

¿Nos puede explicar un poco cómo surgió el caso?
Claro, por ejemplo, yo tengo horarios establecidos en la universidad. Estaba impartiendo clases en el turno de la mañana en derecho administrativo y avanzamos un tema que se llama los recursos naturales. Hablamos sobre qué son los minerales, qué son los hidrocarburos, y mencioné que dentro de la administración pública hay una concentración de los recursos económicos que provienen de los hidrocarburos, del gas y de los minerales, que lastimosamente eran personas del interior las que los administraban. Entonces ahí saltó una persona oyente y dijo: ‘no, cómo puede ser, está haciendo discriminación’ y ahí empezó el debate y subieron los tonos, pero fue dentro de la libertad de cátedra que tengo en la universidad, lo que significa que todas mis opiniones pueden ser consideradas un proceso de enseñanza.

Hay quien dijo que hubo mala fe de las estudiantes al grabar lo que dijo y al subir el audio a las redes sociales...

Sin mi autorización, sí. La libertad de cátedra constituye que yo tengo la facultad dentro del aula de la administración de todo lo que sucede ahí, y sin mi autorización no puede nadie grabar ni filmar.

¿Usted se siente una persona racista, discriminadora?
Imagínese, no tengo ningún proceso en mi vida por ningún motivo; entonces quiere decir que yo soy una persona tranquila. Por lo tanto, cómo puedo considerarme una persona racista, discriminadora. Lo que ha sucedido fue dentro del aula.

¿Qué les dice a esas personas que quieren su cabeza; a las autoridades de Gobierno y a los que opinan en las redes sociales?
Bueno, con el Gobierno, sin comentarios. Luego, están las instancias como el Ministerio Publico que de oficio está investigando el caso; entonces a esa instancia yo me someteré por mi derecho constitucional a la defensa. Además, esto que me pasó creo que fue un abuso planificado por estos alumnos que precisamente me están acusando.

¿Tuvo usted antes algún altercado con ellos?
No. Nunca tuve nada.

Entonces, ¿por qué cree que fue planificado?
Porque me grabaron sin mi autorización, nadie puede hacer eso si no tiene autorización del profesor, nadie lo puede hacer.

¿Cómo se enteró del caso?
Me enteré como se enteró el fiscal departamental Freddy Larrea, a través del Facebook, de las redes sociales, así me enteré. Ahora me he enterado de que tengo un inicio de investigación por parte del Ministerio Público a través de una orden de citación para que haga una declaración informativa.

¿Con esta experiencia, qué hará de acá en adelante?
Si hay una denuncia de oficio de parte del Ministerio Público, lo que tengo que hacer es defenderme, eso me corresponde por derecho, tengo mis derechos constitucionales y los tengo que ejercer.

¿Se presentará a declarar?
Me presentaré con mis abogados, sé que tengo que ir a hacer una declaración informativa con la asistencia de mis abogados. He sido citado para el jueves 5 de abril (hoy) a las 10:00.

El decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas informó de que usted ha sido suspendido temporalmente. ¿Le informaron sobre esa decisión?
No tengo conocimiento, no he ido a la universidad. Precisamente he pedido licencia por razones de salud.

¿Se ve obligado a tomar una pausa en su trabajo?
Sí, sí, me estoy tomando un tiempo. He pedido una licencia por escrito por motivos de salud a los decanos de las facultades donde soy docente, en la Facultad de Ciencias Económicas y en la de Ciencias Jurídicas. Los motivos es que estoy bajo presión, (lo afirma con voz trémula), con estrés sicológico, estoy como traumado, shockeado, de los acechos que tengo y que yo considero injustos.
En el plano emocional se lo ve afectado...

Me siento conmocionado. Emocionalmente estoy mal por la situación que se ha orquestado, me quieren dar una muerte civil. Me siento conmovido más que todo por la comunidad universitaria, eso me duele muchísimo, porque mis sentimientos a la universidad son muy profundos y también por eso hago las disculpas del caso para paliar en algo si es que he causado un daño.

¿Cómo le ha afectado esto a su familia?
Igual que yo, se encuentran totalmente dañados en lo moral porque nunca hemos pasado esta situación tan difícil, tan incómoda familiarmente. Lo mismo que yo siento, lo sienten ellos. Gracias a Dios he recibido el apoyo incondicional de mi familia, de mis hermanos, de mi madre y de mis amigos, porque ellos conocen que nunca he tenido problemas ni juicios con nadie.

Mal mental no exime de un proceso
El abogado penalista Wálter Suárez opinó sobre la posibilidad que se planteó respecto al equilibrio mental del docente que está acusado de racismo y discriminación, afirmando que penalmente este tipo de problemas no lo eximen de ser procesado. 

De comprobarse, a través de pericias científicas, sus problemas mentales, un juez deberá ser el que defina si es considerado imputable, inimputable o semi imputable.

El jurista recordó que la única instancia que reconoce el procedimiento penal como válida para emitir este tipo de valoraciones, es el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF), ente que a través de sus peritos deberá analizar y emitir un informe sobre la capacidad mental del sindicado.

“Incluso si el estudio del IDIF señala que existen los extremos que plantean los defensores del catedrático, el proceso penal que está en puerta no se frena”, apuntó Suárez y agregó que debe ser un juez quien defina, basado en los estudios del IDIF, si la inimputabilidad lo exime de la pena, si la misma es atenuada por una posible semi imputabilidad o si, por el contrario, es imputable plenamente, es decir que puede ser juzgado sin otras consideraciones.

El abogado especializado en materia penal, consideró un absurdo plantear un problema mental para evitar el proceso, ya que volvió a repetir que esta condición puede afectar a la sanción penal, pero no así al proceso.

Sobre la legalidad de la grabación del audio que revela los criterios del docente, Suárez apunta que por el momento solo se necesitan indicios que apunten a que el procesado es culpable de lo que se lo sindica y que será en un posible juicio donde indicios como este deben ser generados como pruebas del delito.