Difusión de imágenes privadas sin consentimiento. En el apogeo de lo viral, la sexualidad está en riesgo de trascender la alcoba y ser ‘patrimonio popular’, que por lo general deja como mayores damnificadas a las representantes del género femenino

El Deber logo
NaN de Invalid Date de NaN, NaN:NaN AM
NaN de Invalid Date de NaN, NaN:NaN AM

Sucede a menudo, sin embargo se reflexiona muy poco más allá de los chismes de pasillo.

Son muchas las personas que han visto expuesta su más íntima sexualidad en los teléfonos celulares de propios y extraños, luego de sucumbir al momento y grabar situaciones privadas, o que en el peor de los casos han sido filmadas o fotografiadas sin dar su consentimiento.

La época de oro de las redes sociales arribó con ventajas y malos usos, con un ‘reenvío’ mecánico sin pensar en la secuela, y con muchas ‘muertes civiles’.

Paradójicamente, en la mayoría de las tomas participan dos personas, pero una es la que carga el fardo del menosprecio social y la culpa, la mujer, que termina hasta emigrando al no superar una revictimización inagotable, que sucede cada vez que se rememora el momento en algún dispositivo. No hay derecho al olvido cuando de plataformas digitales se trata.

En Bolivia, son numerosas las mujeres que vieron escudriñado el último rincón de su humanidad, famosas y no tan conocidas, con resultados poco alentadores en materia de justicia, sobre todo a nivel de impacto macro.

Sobre la figura legal

Lety Tordoya, abogada de Mujeres Creando, explica que la difusión de imágenes no está sancionada por el Código Penal ni por la Ley 348, pero aclara que se puede demostrar una violencia sicológica. “Dejaron de nuevo, a través de la Ley 348, la responsabilidad de la mujer de la carga probatoria, una vez más es revictimizarla y hacer que cargue con la sanción o todo el canal crítico de lo que significa denunciar estos hechos. El Ministerio Público, a pesar de tener la carga probatoria, no se va a molestar en investigar los hechos y la crítica que se tiene es que vienen de lo que irradian autoridades como Evo Morales, cuando se refiere a las mujeres; Percy Fernández, cuando toquetea; Jerjes Justiniano, cuando hace apología del delito”, argumenta. Según Tordoya, ellos trasladan una impunidad inmediatamente a los demás, porque no es lo mismo que estos hechos sean cometidos o difundidos por ciudadanos, que por las autoridades, “y eso lo saben los agresores, saben que gozan de la impunidad que les da la sociedad y las autoridades, y saben también que el canal de denuncia es muy crítico para las mujeres”, cuestionó.

Mujeres Creando lleva procesos y recibe denuncias que tienen que ver también con lo social, “no idealizamos la ley o las instituciones, sabemos que están cooptadas, o a favor de un partido político, o corrompidas, o no funcionan bien, o no tienen recursos económicos”, dice Tordoya. Esa oficina está ubicada en la calle Arenales 284, y de acuerdo al caso, se evalúa la estrategia más adecuada para cortar con la violencia, ya sea citando al agresor, advirtiéndole, recurriendo inmediatamente a la parte legal, o en la instancia más extrema, a métodos sociales.

Por qué.... la pregunta

¿Qué placer puede encontrar alguien en dañar a una mujer en lo más íntimo de su ser?. La sicóloga clínica Centa Rek dice que evidentemente el descrédito se lo lleva siempre la mujer, y que el hombre al final supera la situación y no es censurado de forma tan grave. “Hay todo un bagaje cultural, la mujer no puede tener falta, debe ser intachable para que un varón la elija, pero el hombre tiene derecho de gozar de su sexualidad de manera amplia y eso es algo que incluso se celebra. La sociedad no disculpa que una mujer se dé licencias. Para mantener un equilibrio cultural se han puesto todas las cargas, del matrimonio, de la tolerancia, del aguante, de la debilidad… en la mujer, y no en el hombre. Eso es algo que se conoce como patriarcado, machismo”.

Rek cree que las imágenes son difundidas por chicos que quieren aparecer como muy importantes, “la figura es que los hombres se propagandean con esto, van quedando frente a su grupo de amigos como los tipos para hacerse respetar y valorar, y para tener este lugar devalúan y destruyen a las chicas, eso implica que los otros varones ya las toman como desechables, sin posibilidad de entablar una relación sentimental, entonces es una destrucción grandísima de la persona”, reconoce.

Lety Tordoya dice que todo el tiempo los estímulos y la educación llegan con un mensaje de terror sexual que tiene que ver con el cuerpo femenino. “Nos han arrebatado el cuerpo hace muchísimo tiempo, el mismo Estado, cuando solo somos visibles en nuestra calidad de madres. Saben que a través de la denigración moral y sexual pueden controlar nuestro cuerpo, acciones, para no tener la capacidad de responder a una sociedad que tiene los ojos súper vigilantes sobre nosotras”, opina.

Revictimización

Según el estudio Justicia para mí, Feminicidio e impunidad en Bolivia, presentado en La Paz hace pocos días por la Clínica de Derechos Humanos de Harvard, hay una notoria falta de especialización de investigadores y jueces en temas de género, como herramienta importante contra los prejuicios, además de numerosas muestras de corrupción.

Otro punto del informe aborda la tendencia de los funcionarios públicos (la mayoría varones) de culpar a la víctima e ignorar la evidencia que señala la culpabilidad del acusado, confirmando el machismo en instituciones como la Policía, la Fiscalía, etc.

La mujer que se atreve a superar la vergüenza, se encuentra con un muro impenetrable.

El estudio concluye que “las mujeres denuncian violencia para recibir más violencia y que son revictimizadas cada día”.

Tags