Esta pinacoteca única conserva muchas otras piezas valiosas, como uno de los libros más pequeños del mundo, una casulla de Juan Pablo II y el cuadro de Santiago Matamoros. El museo es muy poco visitado

El Deber logo
17 de mayo de 2019, 4:00 AM
17 de mayo de 2019, 4:00 AM

Una corta visita al museo Monseñor Carlos Gericke Suárez de la Catedral Metropolitana Basílica menor de San Lorenzo de Santa Cruz transporta a los visitantes al siglo XVII con la muestra de una gama de reliquias de inestimable valor histórico y transmite conocimientos invaluables del arte sacro que los nativos cruceños perfeccionaron con las enseñanzas de los misioneros jesuitas.

Se disfruta de una colección impresionante de obras repujadas en plata que los chiquitanos y otros nativos del oriente esculpieron durante su adoctrinamiento en la fe católica y uno también se recrea con piezas únicas talladas en madera, como la representación de Santiago Matamoros, el apóstol Santiago el Mayor, que, según las crónicas medievales, intervino espada en mano en favor de los cristianos contra los musulmanes en la Batalla de Clavijo (23 de mayo del año 844).

Dicho cuadro que destaca en la sala de entrada al museo catedralicio, fue tallado en madera por los jesuitas en territorio boliviano y, por su majestuosidad, ha recorrido varias partes de Europa.

Entre otras reliquias de inestimable valor histórico y artístico religioso figura la custodia (pieza de plata y otras aleaciones, donde se coloca la hostia, después de ser consagrada) que data de 1603, y uno de los libros más pequeños del mundo, con apenas 7 centímetros de diámetro, que contiene escrito el padrenuestro en siete idiomas

“El elemento más antiguo del museo es la custodia que en 1603 fue traída de España a Santa Cruz, no directamente a la catedral, sino a otros templos. Asimismo, el libro más pequeño del mundo fue hecho en 1963, para conmemorar el quinto centenario de la creación de la imprenta de Gutenberg. Este libro fue regalado por el gobierno alemán al monseñor Luis Rodríguez Pardo, quien lo donó al museo en 1983”, explicó Marcelo Quiroz, uno de los guías dela galería sacra.

El museo consta de cuatro salas: la de platería, con el frontal estilo barroco en homenaje a San Lorenzo; la segunda sala, con los ornamentos litúrgicos bordados a mano por mujeres cruceñas; la tercera muestra los cuadros en madera y la cuarta, es la pinacoteca, con medallas, cuadros, joyas y condecoraciones conmemorativas que a lo largo de su vida recibieron sacerdotes de distintos rangos, entre ellos el recordado cardenal Julio Terrazas.

Entre los ornamentos se puede apreciar la casulla (vestidura exterior) que el papa Juan Pablo II utilizó en mayo de 1988 en su visita a Bolivia

También hay en exhibición una capa pluvial de 35 kilos de peso, elaborada en hilos de oro y plata. La utilizaban los sacerdotes en los siglos XVII y XVIII, como una forma de liberar los pecados que les eran confiados. “Celebrar una misa con 35 kilos encima, era loable, pero ellos lo hacían con esta intención”, refiere Quiroz.

El museo en septiembre de este año enterará 36 años de funcionamiento, pues fue fundado en esa fecha en el año 1983 por el padre Gericke. En 2012 fue objeto de un robo de piezas valiosas de la pinacoteca (hecho que no se esclareció) y desde entonces cuenta con mecanismos de seguridad electrónicos reforzados con vigilancia física.

Los visitantes, en un promedio de 15 a 20 por día, son extranjeros y de otras regiones del país. Abre los martes, jueves y domingo de 10:00 a 12:00 y de 18:00 a 20:00.

“El museo tiene muchas cosas que mostrar. Se analiza la posibilidad de ampliar con una muestra de documentos históricos que datan de 1905, pero eso requiere de presupuesto”, dijo Quiroz.

El valor inmaterial de estas piezas históricas es inmenso y conocer su origen no tiene precio.

ANITA SUÁREZ, CUMPLE 36 AÑOS AD HONOREM COMO GUÍA DEL MUSEO
Anita Suárez Montero, viuda de Terceros, fue homenajeada anoche en la catedral por el monseñor Sergio Gualberti por su trabajo ininterrumpido de 36 años como colaboradora y guía del museo Monseñor Carlos Gericke.

Esta mujer, de 91 años de edad, recibió el reconocimiento en la celebración eucarística de las 19:30 para regocijo propio y de su familia.

Las nueve décadas no impiden a Anita Suárez acudir casi todos los días por la tarde al museo, que ella considera como la casa mayor de Santa Cruz, a cuyos salones y sus obras se rinde con mucho entusiasmo y pasión cada vez que le toca describir su valor histórico.

“El haber recibido a tanta gente de todas partes del mundo, y que esa gente sea la portavoz en el exterior de lo que tenemos en el museo, es una satisfacción enorme. Al entrar allí uno siente el valor de esas obras inigualables. Esto lo debemos a los sacerdotes, especialmente al padre Carlos (Gericke) que fue el promotor del museo”, manifestó Anita Suárez, que ha contagiado su espíritu solidario a su familia, en especial a sus seis hijos.

“Dios quiera que todos los cruceños lleguen a conocer esta belleza increíble”, anhela Anita.