Pausa. Este descanso ocasional se vincula con una reducción del 48% en el peligro. lo curioso es que con siestas más largas, la reducción no se registra

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15 de septiembre de 2019, 8:40 AM
15 de septiembre de 2019, 8:40 AM

Un nuevo estudio se ha centrado en la frecuencia con la que se hace este descanso durante la tarde. Los resultados indican que las personas que solo duermen la siesta una o dos veces por semana tienen menos riesgo de sufrir un ataque cardiovascular.

Sin embargo, no existe este vínculo si se trata de siestas más largas o realizadas con más frecuencia.

“En nuestro estudio solo encontramos una asociación entre la frecuencia de las siestas y las enfermedades cardiovasculares, mientras que no encontramos ninguna conexión con la duración de la siesta”, confirma Nadine Hausler, principal autora del estudio.

Cuántas veces

Las siestas ocasionales -una a dos veces por semana- se asociaron con una reducción de casi la mitad en el riesgo de fallo cardiaco (48%), en comparación con los que no hacían ninguna siesta.

Por otro lado, aquellos que hacían siestas frecuentes -de tres a siete veces a la semana- tenían más somnolencia diurna y una apnea obstructiva del sueño más exagerada, un problema que ocurre cuando las paredes de la garganta se relajan y estrechan durante el sueño, interrumpiendo la respiración normal.

En este grupo destacaban personas de edad más avanzada, hombres, fumadores y gente con sobrepeso. Para estos, el riesgo de fallo vascular aumentó hasta un 67%; sin embargo, el incremento desapareció al tener en cuenta factores adicionales que pueden influir en la salud.

Los participantes

El estudio se ha realizado en 3.462 residentes de Lausana (Suiza) seleccionados de manera aleatoria. Cada participante tenía entre 35 y 75 años cuando fue elegido para este estudio.

Al llevar a cabo la investigación se tuvieron en cuenta factores relevantes como la edad y la duración del sueño nocturno, así como otros riesgos que provocan enfermedades cardiovasculares, como la presión arterial alta o el colesterol.

La primera revisión de los participantes tuvo lugar entre 2009 y 2012, cuando se recopiló información sobre sus patrones de sueño y las siestas de la semana anterior. Su salud fue monitorizada posteriormente, durante una media de cinco años y en el período de seguimiento hubo 155 episodios de enfermedades cardiovasculares mortales y no mortales.

Los resultados mostraron que más de la mitad de los participantes, el 58%, no hizo siesta durante la semana anterior.

El estudio se limitó a observar. No tuvo en cuenta si las personas que hacían siesta tenían dificultades para conciliar el sueño durante la noche o si realizaban tareas pesadas que requerían descanso.

Por lo general, los expertos recomiendan siestas que no superen la media hora, en los casos que sea necesario. Si cuesta dormir por la noche, mejor no hacer siesta.