Bruxismo. El rechinar de dientes es un mal moderno, desencadenado por situaciones sicológicas como la ansiedad y el estrés, pero también por una mala mordida. Puede tratarse, apuntando a la siquis y a la parte física

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19 de agosto de 2018, 4:00 AM
19 de agosto de 2018, 4:00 AM
Dolor dental y de mandíbula, o migraña en las mañanas, son las primeras señales. Las siguientes tienen que ver con desgaste de los dientes, y así se puede enumerar las secuelas hasta llegar a un alto costo estético, que termina tocando profundamente el bolsillo, si el problema no se trata a tiempo.

Todo esto es culpa del bruxismo, ese rechinar de dientes, más recurrente por las noches, que no siempre es fácil de detectar. Y aunque puede quedarse en una ligera molestia matutina, también puede incomodar a las parejas o compañeros de habitación a la hora del sueño por el sonido que produce.

Según el dentista Rafael Molina Vargas, de Odontomolina, el bruxismo es una parafunción mandibular persistente que consiste en el frotamiento y rechinamiento dentario sin propósito funcional, produciendo el desgaste de las piezas, “siendo recomendable encontrar una solución a este problema, que puede llegar a ocasionar todo tipo de consecuencias, como dolor dental o incluso la pérdida de dientes”, asegura.

No solo adultos

“Ahora es más frecuente que antes, las personas desde muy jóvenes padecen bruxismo, incluso los niños”, explica la odontóloga Ana Paula Antelo, y la respalda la sicóloga Lourdes Heredia, “el niño también sufre ansiedad, por ejemplo por tener que separarse de sus padres, sea por divorcio, primera vez en el kínder, la llegada de un hermanito, las distintas situaciones cotidianas, que no necesariamente tienen que ser patológicas, también la muerte de un abuelito, mascota, etc.”

Según Molina, que ya lleva una década trabajando con su clínica en Santa Cruz, y cuatro en Brasil, en los últimos cinco años tiene más pacientes con este problema. “No sé si aumentó la cantidad o la conciencia del paciente al tratar de controlar esto, o no sé si se incrementó el estrés en el país”, se cuestiona.

Mal progresivo con cura

Hay dos formas de ‘bruxar’. Una presionando los dientes en el mismo sitio (bruxismo céntrico), y otra apretar y raspar hacia los costados (bruxismo excéntrico). Ambos pueden estar en cualquiera de los cinco niveles de intensidad. “El problema comienza con una intensidad 1, que es raspar las puntitas de los caninos; el tipo 2 ya tiene desgaste con forma de U; el 3 ocasiona retracciones gingivales; en el 4 ya hay movilidad dentaria; por último, en el tipo 5 se da la pérdida de dientes o destrucción total. De 1 a 3 comienzan las migrañas y dolores de cabeza”, informa Rafael Molina.

Idealmente, la solución para el bruxismo debería tratar dos facetas, la física y la sicológica. “Muchas veces con una plaquita se corta la migraña que las personas tienen de muchos años”, asegura Molina.

“Para tratar de raíz el rechinar de dientes hay que controlar el estrés, visitar un neurólogo o sicoterapeuta, dependiendo del nivel de bruxismo, porque todo proviene del sistema nervioso central”, aconseja Ana Paula Antelo.

Para la sicóloga Heredia, un diagnóstico más adecuado primero debe descartar cualquier implicación orgánica que provoque bruxismo, y una vez descartada, debe derivarse a tratamiento sicológico. “El crujir de dientes tiene que ver con ansiedad, la ira o sentimientos reprimidos hacen más fuerte esta tensión, hasta alcanzar ataques de pánico”, dice. Para ella, a los niños no se les da medicación, a los adultos en algunos casos sí, pero la terapia se concentra en encontrar el foco de estrés.

Si no se trata a tiempo, lo que debía costar $us 200 por una placa, puede alcanzar $us 7.000 en rehabilitación oral.

Qué hacer

A nivel dental. Hacer un diagnóstico con el dentista para ver el tipo de bruxismo. Generalmente aconseja una placa de miorelajación, si fuera necesario, realizar ortodoncia y corrección de la mordida.

Siquis. Terapia con medicación para los adultos y sin ella para niños. El sicólogo buscará descubrir la fuente del estrés y la ansiedad en la historia del paciente.

Los seguros. Según Karla Rodríguez, que padece este mal, el tratamiento odontológico debe hacerse con consulta particular, ya que los seguros toman el bruxismo como un problema estético.

No es chiste. Si se alcanza el nivel 5 de bruxismo, la restauración de las piezas y las coronas pueden costar entre $us 3.000 y 7.000, de acuerdo a la gravedad.