El alcalde calcula que unos tres millones de personas visitarán Quillacollo. Realizan un estudio para censar a turistas religiosos. La Policía decomisó siete camiones llenos de cerveza que iban al santuario

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15 de agosto de 2018, 6:00 AM
15 de agosto de 2018, 6:00 AM

La fiesta de la Virgen de Urkupiña es un fenómeno religioso y cultural que se ha extendido a otros departamentos y ha traspuesto las fronteras nacionales, al punto de que miles de devotos bolivianos y extranjeros llegan de otros países a Quillacollo, donde por estas fechas se funden la fe y las costumbres manifestadas con música, danzas, trajes coloridos y belleza.

Ayer, la primera entrada folclórica de unos 46.000 danzarines y 10.000 músicos, iniciada a las 9:15, fue presenciada por al menos medio millón de personas, muchas de ellas llegadas de otros departamentos y de Argentina, según datos de autoridades.

“Calculo unos tres millones de visitantes para los tres días de fiesta. Como nunca, han venido 60 buses y ocho vuelos de la ciudad de Salta llenos de peregrinos. Desde Buenos Aires ha llegado otra cantidad. La Virgen de Urkupiña ha traspasado fronteras, demostrando nuestra fe y nuestra cultura”, manifestó Zacarías Jayta, alcalde de Quillacollo.

El viceministro de Turismo, Ricardo Cox, informó de que su despacho realiza un estudio para registrar la cantidad de turistas y el movimiento económico que genera la festividad de la Virgen de Urkupiña, que se realiza desde ayer hasta mañana en el municipio de Quillacollo, distante 13 km de la ciudad de Cochabamba.

Cox anunció que los resultados del estudio serán presentados en dos meses. Recordó que un diagnóstico similar, realizado el año pasado, determinó que la fiesta religiosa atrajo a 800.000 turistas.

El viceministro, que estuvo en uno de los palcos junto a las autoridades del municipio y la delegación del Concejo Deliberante de Salta, Argentina, destacó la organización de la entrada folclórica, asegurando que es una “expresión cultural” que revaloriza las danzas típicas de Bolivia.

“Estamos haciendo las gestiones ante la Unesco para declarar la festividad como un patrimonio oral e intangible de la humanidad”, aseguró el viceministro.

Las danzas deslumbran

“Son tres años que bailo para la Virgen de Urkupiña, le agradezco los favores recibidos, es muy milagrosa”, manifestó Paola Vargas, integrante de la fraternidad Morenada Chacaltaya, uno de los grupos que deslumbraron a los feligreses.

La entrada folclórica se inició con la procesión con la imagen de la Virgen de Urkupiña y la comitiva de las principales autoridades que avanzaron al ritmo de la música interpretada por las bandas. Las fraternidades, luciendo trajes coloridos y con alto entusiasmo, recorrieron las principales calles y avenidas de Quillacollo hasta llegar a la plaza 15 de Agosto, donde se sitúa el templo de San Ildefonso.

Quitan camionadas de cerveza

La Policía decomisó ayer cerca del mediodía siete camiones (dos tráileres y cinco Nissan Cóndor) repletos de cerveza que estaba siendo introducida de forma clandestina al cerro de Cota, sede del calvario, donde hoy se concentrarán miles de feligreses.

“Hemos hecho prevalecer la ley 259 y una prohibición municipal sobre la venta y el consumo de bebidas alcohólicas en la festividad religiosa. El ingreso de cientos de cajas de cerveza fue un trabajo hormiga de estas personas, a las que sorprendimos en flagrancia tratando de introducirlas para enterrarlas y así burlar el control. Hemos pasado el caso a la Intendencia Municipal para que haga lo que corresponda. A nombre de las tradiciones y de la challa, hay gente que lucra y convierte el cerro Cota en un inmenso bar. Seguiremos vigilando para evitar excesos”, dijo a EL DEBER Iván Luque, comandante de la Policía de Quillacollo.

El altar de la Virgen en la iglesia del barrio que lleva su nombre en el Plan

La profunda fe de una familia

En el barrio Virgen de Urkupiña de Santa Cruz, situado en el Plan Tres Mil, también hay festejos. Anoche hubo misa, se realizó la entrada folclórica y la serenata en los predios del templo, con musicones y bastantes bebidas alcohólicas.

Hoy se celebrará la Asunción de María a los cielos, con una misa solemne a las 9:00 y la procesión con la imagen de la Virgen por calles del barrio. Allí no faltará la familia de Bartolina Rodríguez Ortiz (78), que guarda una profunda devoción a la Virgencita milagrosa y lo demuestra participando en la fiesta.

Ocho nietos de Bartolina integran la fraternidad Tinku, con la que danzan todos los años en honor a la Mamita de Urkupiña. Ella y su hija, Juana Gloria, tienen una imagen pequeña de la Virgen, a la que cada año le bordan un vestido diferente y la llevan a la iglesia hasta el final de la fiesta.

“Gracias a ella estamos vivos. En 2016, un camión derribó nuestra casita cuando dormíamos en la noche. Se cayó el techo y el vehículo nos amontonó, pero milagrosamente todos salimos ilesos”, recuerda Juana Gloria.