Los restos del Boeing B-17 fueron encontrados durante los trabajos de cableado marino entre Bélgica y el Reino Unido

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26 de junio de 2018, 21:38 PM
26 de junio de 2018, 21:38 PM

Varias piezas casi intactas de un bombardero estadounidense B-17 desaparecido durante la Segunda Guerra Mundial se hallaron en el mar del Norte frente a Bélgica, obligando a Estados Unidos a consultar sus archivos para identificar la eventual tripulación.

La limpieza de fondos marinos en el marco del proyecto 'Nemo Link', un amplio plan de interconexión eléctrica entre Reino Unido y Bélgica, permitió el hallazgo, sobre el que la prensa belga informó este martes. El descubrimiento se produjo el verano (boreal) pasado, pero se hizo público tras el cableado submarino del proyecto, que tuvo que "desviarse" de su trayectoria inicial por los restos de la aeronave, explicó a la AFP Sven Van Haelst, arqueólogo marítimo del Instituto Flamenco del Mar.

De las piezas recuperadas del fondo del mar del Norte, los arqueólogos identificaron un turbocompresor típico de los motores de este bombardero y piezas metálicas con números de serie todavía visibles. Estos datos permitieron concluir la presencia de un Boeing B-17 de tipo G, en servicio a partir de 1943. Estos aviones, conocidos como "Fortaleza volante", eran capaces de transportar dos toneladas de bombas.

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La fuerza aérea estadounidense los utilizó durante la Segunda Guerra Mundial. Desde las bases británicas, estos aviones, de cuatro motores, despegaban rumbo a las posiciones del Reich alemán, donde liberaban su carga. Los restos hallados parecen corresponder a un avión que se precipitó al mar de regreso a su base.
 Las aguas territoriales belgas son conocidas por ser un cementerio de submarinos, barcos y aviones de las dos guerras mundiales, pero no se suelen descubrir restos bien conservados, según Van Haelst.

"La concentración de metal determinada por el magnetómetro [utilizado para el trabajo de sondeo del fondo marino] indica que el aparato se hundió más o menos intacto", señaló el investigador. Tras ser informado del descubrimiento, el ejército estadounidense efectuó búsquedas en sus archivos sobre los B-17 desaparecidos con la esperanza de identificar al aparato hallado y sus eventuales ocupantes. La tripulación podía contar con hasta 10 personas.

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"La cuestión sobre eventuales restos humanos es compleja. Primero, hay que identificar precisamente el avión. En este momento, tenemos cuatro candidatos posibles", agregó Van Haelst. Los restos reposan a 30 metros de profundidad a unos 30 kilómetros de la ciudad costera de Nieuport (noroeste), situada a su vez a unos 30 kilómetros de la ciudad francesa de Dunkerque.   El emplazamiento preciso de los restos no se comunicó para evitar el desplazamiento de cazadores de tesoros.