La reina Isabel volvió a lucir este viernes sus mejores galas para la boda de su sexta nieta, la princesa Eugenia Victoria Elena de York hija de Andrés de York y Sarah Ferguson.

Pero en esta boda, no fue la novia ni la reina quiénes se robaron los flashes sino ¡el novio!. La razón es que Jack Brooksbank, de 31 años, no es el típico consorte de un miembro de la realeza.

Jack no fue a la universidad y se dedicó a trabajar como mozo en bares exclusivos de Londres. De hecho, según el diario Clarín, en las discotecas en las que trabajaba sus clientes habituales eran los aristocráticos que este viernes fueron invitados a su boda real.

La pareja llevaba ocho años de pareja. Jack es hijo de una contadora y un empresario, hizo la secundaria en la prestigiosa Stowe School y cuando decidió no inscribirse en una carrera y ser camarero, conoció al príncipe Harry. Fue él quien le presentó a su prima,  Eugenia.  

Conocedor de la noche y los buenos tragos, Brooksbank creó una empresa de vinos y licores y es imagen de la marca Casamigos, el famoso tequila de George Clooney y Rande Gerber (esposo de Cindy Crawford), que fueron los grandes ausentes de la boda de este viernes.

Más allá de la presencia de la reina y los príncipes y princesas del Reino Unido, las familias reales de Europa no estaban en la lista porque Eugenia es un miembro menor de la casa real británica.