Es una disciplina que trae beneficios físicos, neuronales y emocionales a través de los movimientos de la madre al hijo. En Bolivia ya es tendencia

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12 de mayo de 2019, 14:00 PM
12 de mayo de 2019, 14:00 PM

Esa especie de orfandad que sentían las madres, sobre todo primerizas, ha encontrado respuesta en una disciplina relativamente nueva, la danza con bebés, un ejercicio que además de aportar beneficios a las mujeres deja un saldo positivo para los niños. Y con esto se resuelve el sentimiento de culpa de dejar a los pequeños en busca del bienestar personal.

Estas coreografías, recomendadas entre la culminación de la cuarentena posterior al parto y los dos años de edad de los bebés, aprovechan el peso del niño para que la madre simplemente entrene su musculatura, o en otros casos para que pierda los kilos de más ganados durante el proceso de la gestación. Pero no se limitan a eso, generan muchas más ventajas de tinte emocional y fisiológico.

Los beneficios

Esta danza, también conocida como porteo (portar al bebé con una perfecta ergonomía), tiene una lista interesante de puntos a favor a nivel individual, pero también en la interacción mamá-niño.

En el caso de las mamás, fortalece sus músculos y articulaciones, les mejora la flexibilidad, las reconecta con su cuerpo después de una cirugía o parto natural, favorece la irrigación sanguínea, incrementa la creatividad, acentúa la oxigenación y capacidad pulmonar, produce reestructuraciones neuronales, disminuye la depresión y eleva la autoestima, combate el estreñimiento, crea resistencia contra la fatiga, favorece al estado de ánimo y a la interacción social.

En cuanto a los niños, les produce estimulación sensorial temprana, les ayuda a reconocer su cuerpo, favorece el tono muscular de cuello y espalda, les desarrolla el equilibrio y la coordinación, los relaja con la liberación de endorfina y oxitocina, les mejora la digestión al disminuirles los gases por la posición ergonómica del porteo y fomenta la actividad física por imitación.

“Al ver, sentir, escuchar y oler a la mamá, el bebé se pone en sincronía con sus movimientos, y además le ayuda mucho con el equilibrio cuando empieza a gatear o caminar. Al ser llevado en un cargador ergonómico, el niño no llora ni se incomoda porque su peso se distribuye de forma homogénea, es decir que el bebé está en una posición natural, como en la pancita, con las piernitas en posición M y la columna vertebral en C”, explica Wendy Tambo, líder de una de las dos tribus paceñas, Montribu, de Wawamia Club.

Ella empezó a especializarse en el tema gracias a su emprendimiento de cargadores ergonómicos para bebés.

Marzia Fuenzalida, líder de la tribu Santa Cruz, apoyada por el Centro Matterni, es profesora de baile hace 15 años, pero descubrió la disciplina el año pasado, cuando quedó embarazada. “Comencé a indagar en Internet y vi que ya se practicaba en muchos países, que había muchos eventos y beneficios para la mamá y el bebé. Entendí que a muchas madres les pasaba lo mismo que a mí, querían moverse y entrenar después del parto. Se tiene una depresión después del embarazo, sobre todo si eres mamá primeriza porque no sabes si lo estás haciendo bien, pero el baile te hace olvidar todo eso y conectarte con tu bebé al mismo ritmo y te relaja. Para mí era ideal”, sostiene.

Verónica Shirley Quispe, líder de la tribu cochabambina, empezó con la danza con bebé hace un año y medio, primero capacitándose como autodidacta, debido a que en su segundo embarazo subió 15 kilos y 5 en el tercero, sumando un sobrepeso de 20 kilos. “Buscaba una forma de integrarme a alguna actividad física y era difícil dejar a mi bebé en casa o con alguien de confianza. Por mis propios medios busqué una actividad y descubrí la danza con bebés, me capacité y lo lancé como el emprendimiento Centro de Entrenamiento Fit Club Boulevard. No debe volverse un impedimento ser mamá, arranqué por mi cuenta y convoqué a otras mamás”, recuerda.

Después de dar a luz, Verónica pasó por depresión, “esto me ayudó a volver a salir, a sonreír, y lo más importante, a pasar un tiempo alegre y divertido con mi beba”, celebra.

Rocío Limachi, una de las bailarinas de La Paz, encontró en la danza con bebés una forma de conocer nuevas mamás, de charlar con ellas, ejercitar, relajarse, “se aprende más sobre la importancia del porteo y realmente te despejas por unas horitas”, dice.

Mariela Belmonte es la líder de la otra tribu paceña, denominada Mamás sin límites. “Soy asesora de porteo, tengo una empresa que hace cargadores ergonómicos y manejamos este tema de cargar a los bebés correctamente. Cuando nació mi hijo, que sufría mucho con los cólicos, intuitivamente comencé a bailar con él para dormirlo, luego descubrí que se puede bailar con el bebé cargado como una disciplina. Además hay mamás que no tienen el tiempo o el espacio para ir a un gym, ir con el bebé es súper complicado”, argumenta.

Mariela ahora dirige y coordina el baile de 25 mujeres, “con la danza resolvemos problemas como la depresión posparto, bajar de peso, elevar la autoestima, alimentamos la sororidad entre mujeres, compartimos y hacemos tribu, siempre estamos para apoyarnos. Las mamás con niños más grandes ayudan a las que tienen más chiquitos, es algo bonito, los papás también están involucrados, son nuestro backup”, arguye.

Sobre el riesgo de lesiones en los pequeños, Mariela dice que nunca han tenido incidentes, “más bien el porteo ayuda mucho en lo que respecta a la seguridad de mamás y bebés”, asegura.

Para ella, el porteo y la danza promueven la crianza respetuosa, “y eso nos ayuda a crear una sociedad más amorosa, con más empatía, ese es nuestro fin. Tenemos mamás de todo estrato social, es un espacio bien interesante donde se juntan varios sectores. A veces hacemos clases solo para los papás y es súper divertido porque bailan temas de Michael Jackson, que a ellos les gusta, y se divierten”.

Competencia mundial

En el mes de las madres especialmente, la danza con bebés ha cobrado una especial relevancia con múltiples eventos, uno de los más cotizados entre las madres bailarinas es el IMAsivo, con sede en México, que invita a mujeres de todo el mundo a mandar videos de sus coreografías en grupo para que un jurado elija a las que considere mejores.

Si bien la mayoría de los grupos en competencia son mexicanos, en su quinta versión el IMAsivo ha concitado la atención, a través de la categoría internacional, de progenitoras de 51 países, entre ellos Chile, Perú, Colombia, Venezuela, Argentina, España, Estados Unidos, Portugal, Rusia, Filipinas y, por supuesto, Bolivia.

En el caso boliviano, las tribus no han armado un mismo equipo nacional, sino grupos de baile por cada ciudad del eje troncal. En esta edición del IMAsivo participan dos tribus por la capital paceña, una por Santa Cruz y otra por Cochabamba, pero todas acogidas a la rojo, amarillo y verde en caso de ganar el galardón.

El plazo máximo para enviar el video con la coreografía mamá-niño era hasta el 10 de mayo; el martes 14 de mayo los jurados empezarán la evaluación; y entre el 20 y 25 se conocerá a los grupos ganadores en la página de Facebook del IMAsivo.

Las tribus bolivianas participantes han grabado sus imágenes al aire libre, en algunos casos promoviendo lugares emblemáticos de sus respectivas ciudades. La tribu cruceña hizo toda la producción frente a la Basílica Menor de San Lorenzo, en la Plaza 24 de Septiembre. Las mamás cochalas se filmaron a los pies del Cristo de la Concordia, el segundo más grande del mundo.

El grupo paceño liderado por Wendy Tambo desplegó todos sus pasos y los grabó en el Valle de las Ánimas y en Aranjuez.

“Me enteré de este concurso a través de Facebook, averigüé más sobre esta quinta versión consecutiva de #IMAsivo, que tiene como finalidad celebrar a las mujeres que somos mamás y que rompemos todos los esquemas de la mujer tradicional, la que se quedaba en casa cuidando a los niños. Es la primera vez que Bolivia participa. Somos como 15 mujeres que nos presentaremos con el tema Amárrame, de Juanes y Mon Laferte, canción oficial del concurso de este año”, explica Wendy Tambo.

Marzia reconoce la relevancia de la competencia. “Es una coreografía mundial que fue creada por un grupo de mamás en México que están a favor de la lactancia, del apego con el niño. Junto a la dueña del centro Matterni decidimos participar porque me encantó este movimiento”, justifica.

Las recomendaciones

Dicen las conocedoras de la disciplina que el momento ideal para practicar el porteo con bebé se ubica entre el mes y medio de nacido el bebé y los dos años, aunque el rango puede ampliarse un poco más. “No es impedimento si el bebé es un poquito más grande, mucho depende de la constitución de la mamá; si ella aguanta el peso, si no tiene problemas de espalda o de cadera, entonces puede bailar con el bebé aunque esté un poco más grande”, explica.

El porteo integra la vida maternal, social, emocional, saludable, e incluso de guardería de la madre, y también del bebé, pero sobre todo reduce ese inevitable sentimiento de culpa de dejar al crío en busca de la antigua figura, de las amigas y de la diversión bailable.