La devoción a la ‘mamita’ se mantiene encendida entre sus fieles a pesar del paso de los años. Miles de devotos dan su testimonio de fe y la transmiten a las nuevas generaciones. Hoy se inicia la peregrinación con estrictas medidas de seguridad 

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7 de diciembre de 2017, 4:00 AM
7 de diciembre de 2017, 4:00 AM

Después de 10 años Paulina Balderrama, una cochabambina de más de 60 años, pudo reunir fuerzas y encontrar el momento propicio para retornar a Cotoca, una ciudad que supo desandar cuando sus calles eran de tierra y vendía estampitas y llaveros con la imagen de la virgen. Ella cree que por eso fue bendecida y logró  criar sola a sus cuatro hijos.  

En una ocasión, cuenta Paulina sosteniendo su paquete de velas para la ofrenda, caminaba por la Ramada de retorno de sus ventas cerca de la media noche, cuando un brillo que provino de la avenida de tierra le indicó que en ese lugar se encontraba un objeto de valor, que resultó ser una manilla de oro de siete kilogramos, como no encontró a nadie interpretó que era una ayuda para un momento de necesidad.

El relato de fe de Paulina es uno de miles, al igual que el de Evelyn Baldomar, comunicadora social, que le atribuye a la ‘mamita’, el haberse curado del cáncer de mama que padecía. Confesó que la quimioterapia la golpeó tanto que incluso desarrolló alergía a los químicos, pero que esa etapa logró superarla con una fe inquebrantable y devoción. 

“No vine a pedirle nada este año. Vine a agradecerle por mi salud, la de mi madre que me acompaña y por tantas bendiciones”, indicó. 
Para Pastor Rojas y Ana María Castro el ‘milagro’ más valioso de la virgen es ayudarles a mantener a su familia unida y que no les falte el pan de cada día. Son oriundos de San Ignacio de Velasco y desde hace tres años le dedican una caminata a la virgen partiendo desde la ciudad de Santa Cruz y que realizan un día antes para tener más tiempo para rezar y renovar su compromisos. 

“Cuando nos casamos no teníamos nada. De a poco fui consolidando mi taller y ganando clientes, hubo días en que no íbamos a tener dinero ni para comer pero siempre aparecía algún cliente”, dice la pareja sosteniendo a Matías, su hijo de tres meses.

De igual forma, Orlando Gutiérrez, llegó hasta la iglesia a rezar y prender velas junto a su familia para agradecer entre otras bendiciones, el nacimiento de su nieta de 13 años que llegó a este mundo en la misma fecha de la festividad, un 8 de diciembre.

Inicio de la peregrinación

El director de Desarrollo Autonómico de la Gobernación de Santa Cruz, Erick Landívar, informó que está previsto para hoy a partir de las 17:00 el inicio de la peregrinación al Santuario de Cotoca, para lo cual se dispuso que  desde esa hora hasta el mediodía del 8 de diciembre está prohibido el consumo de bebidas alcohólicas, la organización de fiestas y de juegos de azar, en el tramo que comprende desde el cuarto anillo y la avenida virgen de Cotoca hasta la plaza principal de ese municipio.

El jefe de la guardia municipal, Ángel Tórrez, anunció que hoy inicia el Plan Cotoca, para el que se dispondrá de 400 funcionarios, de los cuales 200 son guardias municipales, que tienen a su cargo los controles a puestos de comida y la requisa de personas en previsión a que carguen bebidas o algún tipo de armas. 

El jefe del departamento de emergencia municipal, Roxney Borda, dijo que se dispondrá de ambulancias en cinco puntos sobre la carretera a Cotoca (cuarto anillo, viaducto, Montecristo, la Tranca y Fridosa). Lamentó que en años anteriores se suscitaron varios accidentes de tránsito por lo que recordó que este año se habilitará una vía exclusiva para vehículos y otra para peregrinos. 

Desde la unidad de comunicación del municipio de Cotoca se adelantó que se espera que este año la visita de feligreses se incremente con relación a años anteriores debido a que la conmemoración se encuentra próxima al fin de semana. 
“Cada año se recibe entre 400.000 a 500.000 fieles, pero este año creemos que la cifra puede superar los 700.000 visitantes”, según informaron. 

El párroco de la iglesia de Cotoca, Juan Carlos Huaygua, declaró que se siente un “privilegiado” porque desde hace tres años, cuando llegó desde Pampa Grande, se encuentra a cargo de una iglesia con fieles que le demandan atención durante todo el año, lo que vale la pena porque escucha testimonios de gente que sanaron de enfermedades sin una razón aparente o lograron salir de una crisis que parecía imposible. 

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