Igualdad. El movimiento sufragista de Inglaterra fue la acción política más significativa del siglo pasado. Bolivia ingresó con cautela, pero la Guerra del Chaco impulsó la organización de las mujeres. La lucha por la igualdad no ha disminuido y sigue generando críticas en los sectores conservadores

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2 de diciembre de 2018, 4:00 AM
2 de diciembre de 2018, 4:00 AM

Los hombres diseñan el código moral y esperan que las mujeres lo acepten. Ellos han decidido que es enteramente correcto y apropiado para los hombres luchar por sus libertades y derechos, pero que no es apropiado ni correcto que las mujeres luchen por los suyos”. El párrafo fue escrito en 1914 por Emmeline Pankhurst en su autobiografía.

Pankhurst ha pasado a la historia como la activista más influyente del siglo pasado. Lo que consiguió en Inglaterra tuvo resonancia en todo el mundo. Incluso en Bolivia, donde el movimiento de mujeres que impulsaba el voto femenino alrededor de los años 20 usaba una táctica diferente a los recursos ‘guerreros’ de las suffragettes inglesas.

Inglaterra-Bolivia

En Bolivia el movimiento feminista surgió en las clases media y alta, según la investigadora María Elvira Álvarez. Lograron, en los años 20, hacer escuchar su voz al ejercer el periodismo pero no rompieron radicalmente con las expectativas que la sociedad tenía. “No cuestionaron radicalmente las expectativas que la sociedad tenía de las ‘señoritas’ y ‘damas’ de aquella época, y su feminismo fue un feminismo pacífico que no salía del cuadro legal de acción de agrupaciones de ese tipo”, escribe la investigadora.

En Inglaterra las tácticas fueron radicales. En 1905, cuando los políticos rechazaron una propuesta para incluir el voto femenino, hicieron una manifestación frente al Parlamento. En 1908 se reunieron 500.000 activistas en Hyde Park. Algunas tiraron piedras en la casa del primer ministro británico y las encerraron durante dos meses.

En 1909 rompieron vidrios, destrozaron tiendas, se enfrentaron con los policías. “Este fue el comienzo de una campaña como nunca había conocido Inglaterra, o para el caso, ningún otro país. Interrumpimos un gran número de reuniones y fuimos violentamente expulsadas e insultadas. Con frecuencia quedábamos dolorosamente heridas y magulladas. La condición de nuestro sexo es tan deplorable que es nuestro deber violar la ley con el fin de llamar la atención sobre los motivos por lo que lo hacemos”, escribió Pankhurst.

En 1910 las activistas invadieron la Cámara de los Comunes y fueron brutalmente rechazadas por la Policía. Los enfrentamientos duraron seis horas y algunos uniformados usaron la violencia sexual.

Otro momento histórico ocurrió en 1913. El 4 de junio, en el Derby de Epsom, la activista Emily Davison intentó colocar un cartel sufragista en el caballo del rey Jorge V. Fue atropellada (existe un video en YouTube) y murió cuatro días después en el hospital. Su funeral congregó a miles de mujeres.

Los conservadores no querían ampliar el voto a las mujeres y los liberales temían que al otorgárseles el derecho votaran masivamente por los conservadores.

Ese temor también existió en Bolivia. Los liberales consideraban que las mujeres eran muy cercanas a los curas y a la iglesia Católica. Con esos argumentos se rechazó el voto femenino en la Convención de 1938, por 55 votos contra 31.

El lema ‘Hechos, no palabras’ fue adoptado por las activistas inglesas, que radicalizaron sus acciones.

Una bomba política

En 1913 hicieron estallar bombas en una construcción que sería la casa del futuro primer ministro, David Lloyd George. Después de un juicio, Pankhurst fue condenada a tres años de prisión por este atentado. Las acciones que tomaban incluían la quema de buzones de correo, la quema de orquídeas del Real Jardín Botánico. Finalmente, en 1918 el Parlamento permitió votar a las mujeres mayores de 30 años.

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