Se trata de la sexta campaña de cirugías gratuitas del Rotary Club Sirari y de Healing the Children. Mañana es la preselección de pacientes y el lunes la operación. Una sicóloga destaca la importancia del apoyo familiar

El Deber logo
27 de enero de 2018, 10:00 AM
27 de enero de 2018, 10:00 AM

Victoria vino al mundo el cinco de junio de 2012. Tres meses antes su padre Danner Urzagaste y su madre Bany Mena ya sabían que nacería con una malformación congénita conocida como labio leporino, una abertura que partía su labio superior y era agravada por otra en el paladar, una condición que les trajo mucho dolor y preocupación porque atravesaban por un mal momento económico. 


No fue fácil, pero los Urzagaste Mena lograron convertir esa adversidad en un propósito y así transformaron sus vidas. “Desde que llegó todo nos ha salido mejor; nos compramos nuestra primera casa, incursionamos en un emprendimiento propio y seguimos esforzándonos porque sabemos que nos necesita”, relata su padre.


Victoria Urzagaste Mena es uno de los 250 niños que a lo largo de seis años fueron atendidos por la campaña solidaria de cirugías gratuitas del Rotary Club Sirari en coordinación con los especialistas de la ONG Healing The Children.


Como toda niña, Victoria se sabe especial para su padre y lo reconoce como su ‘héroe’, por las horas que le dedicó a investigar los motivos de la fisura en el labio con la que había nacido y muchas otras horas más en encontrar un tratamiento, aunque sabía que en ese momento no podía pagar. 


Con solo seis meses de edad, ella se sometió a su primera cirugía en el labio, realizada por los cirujanos especialistas provenientes de diversas partes del mundo. Su operación se hizo el 13 de enero de 2013, y fue una de las primeras bebés en ese entonces beneficiadas por la campaña de los rotarios, a los que su padre llegó por sugerencia de un amigo de la familia. 


“La operaron a las nueve de la mañana. Ese día no podía con los nervios, la operación duró poco más de tres horas, cuando salió no la reconocí, el cambio fue inmediato”, destacó el padre. 


Según opinión del pediatra neonatólogo Nelson Via Reque, el éxito de las operaciones en labio leporino y paladar hendido depende de la complejidad de la malformación y de la pericia del cirujano. Indicó que hasta hace unos años en Santa Cruz había pocos médicos especializados, sin embargo en la actualidad el número se incrementó. 


Una operación de labio leporina cuesta entre $us 3.000 y 5.000, dependiendo la clínica donde se realiza. El pediatra recordó que además son varias las cirugías a las que se debe someter un paciente hasta la edad de 18 años, debido a que con el desarrollo del cuerpo se pueden ir mejorando el tratamiento realizado. 


Hasta el momento, Victoria fue operada dos veces; su segunda operación se la realizaron cuando cumplió el año y medio para corregirle el paladar. En la actualidad, una leve cicatriz por encima de sus labios queda de registro de la deformación que presentó al nacer, pero la niña no muestra complejo por eso, hay fotografías suyas de cuando era bebé en varios ambientes de su casa y cada vez que la invitan asiste a las campañas del Rotary y se reúne con los médicos que atendieron su caso.


Como explica la sicóloga Rocío Égüez (ver punto de vista) la contención que le dio su familia desde un comienzo le permitió obtener esa confianza. “Un niño se siente diferente cuando los demás le dicen que son diferentes. Si en su familia no le hacen sentir la diferencia, no lo toma como algo vergonzoso o raro”, explica. 


Este domingo 28 de enero dará inicio por sexta vez consecutiva la campaña RotaFeliz 2018, con la preselección de pacientes que serán sometidos a una intervención quirúrgia el lunes 30. La preselección es abierta y se realizará en la Clínica Prosalud de la avenida Alemania. Son 34 médicos especialistas que llegan del exterior y los organizadores de la campaña invitan a que se sumen también los especialistas bolivianos. 


En un video grababado el año pasado, la pequeña Victoria le dedicó unas palabras a sus médicos: “Gracias por devolverme la sonrisa”. Sus padres esperan participar también este año y dirigirles dar sus muestras de agradecimiento en persona.