La casa de acogida Cardenal Julio Terrazas, en la calle Madrejón # 172 del barrio Santa Rosita, conmemora la jornada con una misa a las 19:30, seguida de una feria de comidas internacionales. Es un deber de justicia y civilización, dice el papa

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7 de septiembre de 2018, 4:00 AM
7 de septiembre de 2018, 4:00 AM

Hoy se conmemora la jornada nacional del migrante y refugiado y se celebra como una manera de sensibilizar a la población para que tenga un espíritu solidario con todos los hermanos y hermanas que llegan a Bolivia desde otros países. Que se evite todo prejuicio por estas personas, que desde el momento en que dejan su país son vulnerables.

La hermana María, responsable de la casa de acogida, dice: “La casa de acogida recibe a algunas personas que logran entrar al país por diversas causas. Se coordina con las instituciones del Gobierno para darle seguimiento a su permanencia legal. Mientras se obtenga el permiso y termine este trámite, le ofrece techo y a veces comida temporalmente”.

La casa de acogida Cardenal Julio Terrazas cumple cuatro años y se dedica a este servicio, aunque también recibe a los familiares enfermos de cáncer. Está ubicada en la calle Madrejón, en el barrio Santa Rosita.

El espíritu de la casa está inspirado en la palabra de Dios que nos dice: “Cuando fui extranjero, me acogieron” (Mateo 25:35). Las hermanas scalabrinianas ofrecen su tiempo y servicio apoyadas por muchos laicos y laicas.

En los últimos años, el papa ha sido muy claro en este ministerio, pide a todos “acoger, proteger, promover e integrar a los migrantes forzados, es un deber de justicia, civilización y solidaridad”.

La Pastoral de Movilidad Humana (PMH) está en Bolivia, pero acompañada por los padres y hermanas scalabrinianas, su misión es acompañar a los migrantes y refugiados, asimismo coadyuvar en el proceso de migración y tránsito seguro.

En Bolivia está la Ley N.° 370 de migración, promulgada el 8 de mayo de 2013, en la que se ratifican todos los convenios internacionales sobre el tema.