La buena decisión. Es común desearlo todo y contrario a lo que se piensa, es posible lograrlo. Es necesario jerarquizar, trazar un plan y ser disciplinados. Economistas y sicólogos te dicen cómo. Es fundamental hablarlo en pareja

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12 de agosto de 2018, 4:00 AM
12 de agosto de 2018, 4:00 AM

Claudia y su esposo, Rubén estaban en la disyuntiva de ampliar su casa o realizar un viaje en familia. Lo conversaron como pareja, vieron los beneficios de una u otra cosa y finalmente optaron por invertir sus ahorros en remodelar su vivienda y construir un pequeño departamento para darle más comodidad a sus hijos.

Gloria y José estaban pensando remodelar su pequeño departamento. Como aún no tienen hijos y él cambió de trabajo, muy alejado al de su esposa, se vieron en la necesidad de financiarse la compra de un pequeño auto.

Para el economista Hugo Barbery, las decisiones a adoptar para ampliar una casa, comprar un auto o viajar, dependerán fundamentalmente de la valoración de las necesidades del momento, en función a la disponibilidad de recursos o al financiamiento bancario al que se pueda acceder.

“No sería sano endeudarse para un gusto cuando existen necesidades de mayor prioridad, entendiendo que exista una disponibilidad limitada de recursos y una necesidad a cubrir. Por ejemplo un nuevo integrante en la familia, naturalmente lo racional en la elección de preferencias debiera ser: Ampliación de vivienda, nuevo vehículo y de último un viaje”, expresa.

En criterio del economista Gary Rodríguez, decidirse por un gasto para ampliar una casa, comprar un auto o viajar, dependerá de los ingresos de la familia, a sabiendas de que en estos tiempos, se debe imponer la racionalidad en el gasto.

“Ampliar una casa implica agregar valor y aumentar su plusvalía, por tanto, se trataría de una inversión. Comprar un vehículo podría significar un ahorro en cuanto al uso de taxis o micros, además de la comodidad y de disponer de un mayor tiempo útil”, indica.

En busca del bienestar

La sicóloga Mónica Castedo manifiesta que todas las cosas causan cierto estado de bienestar cuando se las hace y se las tiene pero nada es tan bueno como poder pagar lo que se necesita y no vivir con deudas y con refacciones mal hechas.

Agrega que es importante ser disciplinados y hacer un plan de gastos, solo de ese modo se verá lo más conveniente y disfrutarlo con los seres queridos. Si se hacen las cosas así se podrá disfrutar totalmente y no habrá preocupaciones de por medio que interrumpan el momento.

“De nada sirve que viajen y se relajen unos días, si volverán a una casa que está necesitando reparaciones básicas que les quitará la paz mental. Todo debe hacerse tomando en cuenta los ingresos mensuales y quizá pueden salirse un poco del presupuesto pero solo con una proyección segura de cómo pueden recuperar ese dinero, ya que el dinero es un factor de gran estrés si no cubre mínimamente las necesidades básicas. Por ello, cualquier gasto debe ser planificado para no desorganizarse y perder la armonía”, resalta Mónica.

En criterio de la sicóloga Liliana Zabala cuando la pareja toma la decisión de refaccionar un inmueble o invertir en un viaje o en la compra de vehículos, es imprescindible que la pareja, haga un balance de sus ingresos y egresos y tome en cuenta los gastos necesarios para invertir en bienes.

“El diálogo respecto a los ingresos debe ser antes de la inversión, puesto que sino hacen un balance de los gastos posteriores, puede que en el futuro tengan problemas de pareja y discrepancias por los gastos excesivos en compra de autos o en viajes en familia”, remarca.

Para Zabala, los viajes en familia deben ser un acto necesario para consolidar y afianzar en vínculo afectivo y el amor, pero todo tiene un proceso en la pareja y dependiendo del tiempo y si la economía se los permite, pueden disfrutar de todos sus ahorros juntos.

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