Han sembrado más de 300 árboles en predios universitarios y dieron plantitas en adopción a docentes y administrativos. Piensan ampliar la cruzada al resto de la población cruceña

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16 de noviembre de 2018, 4:00 AM
16 de noviembre de 2018, 4:00 AM

Cerca de 100 estudiantes se dieron ayer a la tarea de plantar arbolitos de especies nativas y dar plantas en adopción a profesores y administrativos de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno, con el fin de que estos acompañen su crecimiento y promuevan en sus casas y el resto de la ciudadanía la restauración de los ambientes naturales para mitigar el impacto ambiental en nuestro entorno.

La campaña se denomina Creciendo junto a mi árbol, proyecto que lleva adelante desde 2015 Julieta Ledezma, docente de la materia de Ecología, de la carrera de Bioquímica de la Uagrm, quien lo implementó en la asignatura y ha creado expectativa e interés en los alumnos no solo porque se les asigna un pequeño puntaje ponderado de la nota, sino principalmente por el desafío de acompañar el crecimiento de su árbol junto a su crecimiento académico en la universidad.

Con ese incentivo, 844 estudiantes han sembrado 318 arbolitos de especies de mara, tajibo, cedro, jichituriqui, toborochi, jacarandá, jorori , serebó, mururé, gallito y otros que, semestre a semestre, se han pasado la responsabilidad de unos a otros para visitarlos y cuidarlos hasta dos veces por semana, y los frutos están a la vista, puesto que ahora toborochis y tajibos (los que más crecen) se yerguen por encima de los cuatro metros de altura.

Cruzada en la ciudad

“He adoptado tres plantas de ixoras (germinan pétalos rojos) y las cuido como si fueran mis hermanas. La profe nos ha incentivado a esta actividad ecológica y en mi casa se las estoy transmitiendo a mi familia”, dijo la estudiante Katherine Contreras (22).

“Me pareció un buen proyecto porque aprendí a valorar la naturaleza. Antes lo sabía, pero no le tomada importancia”, indicó Juan Joselo Carbajal G. (22), que adoptó un cupesí y un cedro.

Yajaira Sanabria Orellana (22) ha adoptado un toborochi que ya la sobrepasó en tamaño. “Exhortamos a la gente a que adopte un arbolito que cuando crecen nos dan sombra y oxígeno”, señaló.

La docente Ledezma indicó que las plantas nativas crecen y dan sombra en cinco años. “Cada persona necesita 22 árboles para respirar aire puro. En Santa Cruz la población es bastante y nos faltan muchos árboles. Por eso, esta iniciativa quiere cubrir de vegetación para asegurar el aire para nosotros y para los que vienen por detrás”, expresó.

En el campus universitario ya no hay espacio para más árboles, por lo que la idea mayor es replicar el proyecto con el resto de la población cruceña, bajo el mismo método de adopción.

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