En la primera entrega de este homenaje a Santa Cruz te mostramos las masitas típicas. Que levante la mano al que le gusta el majao, el rapi, el locro y el salpicón. Acompañanos a ver las manos detrás de esas delicias que operan desde el Mercado Nuevo

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3 de septiembre de 2020, 7:00 AM
3 de septiembre de 2020, 7:00 AM

Eran las 10:30 y el estómago empezó a crujir de hambre. Así que ni cortos ni perezosos nos trasladamos al Mercado Nuevo, de la calle Sucre, para seguir con nuestro homenaje al departamento: Santa Cruz te seduce en 3, 2, 1...

Al llegar a la puerta del mercadito, se olía ese envolvente aroma de cebolla frita con ajo. Avanzamos unos pasos más y vimos un festín de comidas expuestas en estructuras de hierro blancas, tapadas con un mantel transparente como mosquitero.

Las venteras, de peculiar labia, atraían a los comensales que se daban una especie de vuelta de popularidad por los pasillos del patio de comidas. Una de ellas, María Antonieta Daza, atraía desde una esquina con sus ojos verdes, que resaltaban por un poco de sombra plateada en sus párpados. 

María Antonieta es cruceña y desde jovencita ayudaba a su madre a atender la venta de comida en el Mercado Nuevo, la cual ahora ella administra. Se levanta a las 05:00, empieza a picar todo para el menú del día. Entre los platos que ofrece están el locro, majao de charque, picante de pollo, pique macho y chancho al horno. Su menú se caracteriza por tener una variedad de ensaladas, ella misma mencionó que ese era su plus para que el cliente disfrute.    

Cerca de la caseta de ella encontramos a Sergio Escobar, un joven cruceño que aprendió los ajetreos de la cocina cuando aún estaba en el colegio Manuel Ignacio Salvatierra, que queda al frente del Mercado Nuevo. "Terminaban mis clases y me venía a ayudar a mi madre a atender porque ella no podía con todo", mencionó Sergio, quien ahora es la cabeza del local, junto a su esposa. 

En su vitrina encontramos una variedad de platos: rapi al jugo, lenteja, picadito de patas, majao, chancho al horno y la lista sigue.

Otra de las que no pasa desapercibida es Cristina Mendoza, que empezó a conocer sobre la cocina a los 20 años, ahora tiene 55 años y ha sabido imponer su sazón. "Yo le ayudaba a mi mamá y después quedé de cocinera, con este negocio he criado a mis tres hijos que son profesionales", dijo orgullosa. 

Para variar un poco el menú, sirvió un plato con locro de gallina criolla. Primero puso una presa hervida en el plato, luego agregó el caldo con el arroz y espolvoreó un poco de cebolla verde cambita (así le dicen popularmente). 

Al frente del local de doña Cristina, nos esperaba doña Chili (Santusa Toro), una sucrense que a sus 9 años se vino a Santa Cruz con su familia para buscar mejores días. Ella prepara desayuno, almuerzo y café de la siesta. Su sazón ha pasado el visto bueno de varios concursos de comidas organizados por la Alcaldía. 

Esta vez nos presentó su famoso salpicón de pollo, el cual recordó que en la Santa Cruz de antaño, en las fiestas de 15 años se invitaba este plato. "Ahora la gente hace pollo al horno o algo más sofisticado", agregó.

Sergio Escobar, Santusa Toro, Cristina Mendoza y María Antonieta Daza

Esta historia continuará mañana, pero desde otro lugar famoso de Santa Cruz. Disfruta el video de este recorrido suculento. 

Fotos: Fuad Landívar