Una muestra para celebrar el legado de María Esther Ballivián

María Esther Ballivián fue una de las mejores artistas bolivianas de la segunda mitad del siglo XX y su repentina muerte, a los 50 años, privó al país de ver más obras suyas con esa calidad y esas búsquedas propias de ella.

Sin embargo, dejó un importante material pictórico, y una parte de él se podrá ver desde hoy en la Casa Melchor Pinto (Sucre# 50), en una exposición organizada para conmemorar los 40 años de su fallecimiento, ocurrido en julio de 1977. 

Marie France Perrin, la única descendiente que tuvo Ballivián, es la encargada de llevar adelante esta muestra, que presenta cuadros de los diferentes periodos de la artista nacida en La Paz. “Recuerdo a mi madre encerrada en su estudio pintando todo el tiempo, incluso sábados y domingos. Pintaba compulsivamente, como si supiera que no tenía mucho tiempo”, recordó Perrin, que había cumplido 18 años cuando su madre falleció en un extraño accidente doméstico.

En la exposición, que se inaugura a las 19:30, se podrán ver piezas de sus etapas expresionista, cubista y abstracta, aunque también se mostrarán por primera vez algunos de los bocetos de sus obras, que fueron encontrados este año en La Paz. Además, también se apreciará el último cuadro que Ballivián pintó. 

Técnicas
María Esther Ballivián nació en medio de una familia de artistas, aunque tuvo en Juan Rimsa a uno de sus grandes maestros, y luego sus técnicas fueron perfeccionadas en sus estudios en Brasil y Francia. 

De su trabajo, la curadora Cecilia Bayá dijo que ilumina con su legado un importante lugar en el universo del arte moderno boliviano. Una rigurosa formación, un privilegiado relacionamiento internacional, además de un fuerte compromiso artístico y social dan valor a su obra enriqueciendo el acervo artístico nacional con pinturas de gran factura que tocan distintos temas, técnicas y estilos”, apuntó Bayá.