Conoce los episodios más insólitos de la vida de los aspirantes a estatuilla que se entregarán este domingo

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22 de febrero de 2019, 17:16 PM
22 de febrero de 2019, 17:16 PM

Este domingo, la mirada del mundo estará puesta en los elegidos para ser candidatos a un Premio Óscar.

Cuando los actores lleguen a la 91 edición de la entrega de premios, verán cumplirse el sueño de toda una vida. Pero para alzar la ansiada estatuilla, este ramillete de privilegiados liderados por Bradley Cooper, Glenn Close o Amy Adams habrá tenido que superar obstáculos tan importantes como la bancarrota, la adicción a las drogas o trabajos que distan mucho del glamur hollywoodiense.

Mira el recuento que hace el periódico español El País sobre 'el lado oscuro' del currículum vitale de algunos nominados:

Glenn Close pasó la adolescencia en una secta

Su papel en La buena esposa la ha erigido como favorita en la categoría de mejor actriz y una hipotética victoria pondría un broche de oro a una trayectoria difícilmente superable.

La carrera de Close es un ejemplo de superación que se extiende hasta la propia adolescencia, que trascurrió con ella recluida en una secta religiosa. Según confesaba en una entrevista con The Hollywood Reporter en 2014, desde los 7 a los 22 años formó parte del grupo radical cristiano Moral Re-Armament al que se había unido su padre, un doctor de Harvard. “Básicamente no te permitían hacer nada, o te hacían sentir culpable por cualquier deseo antinatural”, explicó.

Las adicciones llevaron al límite a Bradley Cooper

Jackson Maine, el cantante country adicto al alcohol por el que ha recibido una nominación al Oscar al mejor actor, no solo es importante para Bradley Cooper por ser el protagonista de su primera película como director sino por su propia trayectoria vital. E

l protagonista de Resacón en Las Vegas sufrió una fuerte adicción a las drogas y al alcohol al comienzo de su carrera. “Si continuaba iba a sabotear toda mi vida”, aseguró el intérprete, que en una ocasión llegó a golpearse la cabeza deliberadamente y terminó ingresado en el hospital. Cooper dejó de consumir a los 29 años, coincidiendo con su salto al estrellato, y dice haberse mantenido sobrio desde entonces.

Amy Adams trabajó en el polémico restaurante Hooters

Hooters es una cadena de comida rápida estadounidense famosa por dos elementos: las alitas de pollo y las camareras que visten escotes pronunciados. Esta seña de identidad sexista le ha valido críticas de todo tipo. Una de las actrices más reclamadas del momento, Amy Adams, trabajó como camarera en uno de los restaurantes de la cadena cuando tenía 18 años. 

Adam Driver no fue a la guerra de Irak por un accidente

Antes de hacerse un nombre en la industria con la serie Girls, de saltar a la fama internacional dando vida a Kylo Ren en Star Wars o de ser nominado al Oscar por su rol en Infiltrado en el KKKlan, Driver formó parte del cuerpo de marines estadounidense.

Se alistó como respuesta a los atentados del 11 de septiembre y estuvo a punto de acudir a la guerra de Irak en el cuerpo de infantería, pero un accidente mientras montaba en bicicleta por la montaña le hizo romperse el esternón y quedarse en suelo americano. Después de aquello sufrió una crisis de identidad que, por fortuna para los espectadores, fue el detonante de su acercamiento a la interpretación.

Melissa McCarthy pasó varios años en bancarrota

Hoy es una de las actrices mejor pagadas de la meca del cine, con unas ganancias anuales cercanas a los 18 millones de euros según la revista Forbes, pero los comienzos en Hollywood nunca resultan fáciles para nadie.

McCarthy, nominada a mejor actriz por el filme ¿Podrás perdonarme algún día?, aseguró en una entrevista con la edición estadounidense de Glamour que cuando se mudó a Nueva York para iniciar su carrera “no tenía ni 5 dólares en el banco”. En el año 2000, con su aparición en la serie Las chicas Gilmore, su suerte cambió para siempre.

La verdadera vocación de Mahershala Ali era el baloncesto

El ganador del Oscar por Moonlight y máximo favorito a repetir estatuilla por su papel de virtuoso pianista en Green Book no tenía ninguna intención de ponerse delante de una cámara más allá de que estas inmortalizaran sus triples y mates. Ali fue toda una estrella del baloncesto en el instituto, compartiendo equipo y posición (él era el suplente) con la posterior leyenda de la NBA Jason Kidd, e incluso logró una beca universitaria gracias a su talento como deportista. 

Olivia Colman comenzó dando voz a un gorila

Colman es la reina indiscutible de 2019. Por su interpretación de la reina Ana en La favorita, que le ha valido la nominación al Oscar a la mejor actriz, y por su inminente trabajo como la reina Isabel II en la tercera temporada de The Crown. Pero antes de todo eso,  tuvo que desempeñar papeles actorales menos apetecibles. Colman fue una de las caras más habituales de la publicidad televisiva en las islas, habiendo realizado trabajos como el de dobladora del gorila protagonista de los anuncios de una firma de fragancias.